Boca Juniors derrotó a Olimpo 2-0 en La Bombonera con goles de Juan Sánchez y Juan Román Riquelme. Ahora se viene Racing.
Fieles enamorados. La hinchada de Boca Juniors volvió a demostrar esa locura y trance que expresa cada vez que su equipo juega en el templo. Una vez más, también, quedó bien en claro que no hay tiempo ni resultado que perjudique ese sentimiento y cariño gigante del Bostero para Bianchi y Riquelme.
Boca volvió a ganar, esta vez frente a Olimpo y por 2-0. La pelota rodó con la vuelta del enganche y capitán Xeneize para un nuevo triunfo en este Torneo Final. Con el regreso del mito viviente al campo de juego, Carlos Bianchi y Emanuel Trípodi lograron derrumbar los suyos: por un lado estuvo el primer festejo del entrenador frente a este adversario en toda su carrera como máxima autoridad de planteles. Por el otro el logro de mantener la vaya de su arco en cero y de sumar su primer triunfo por parte del guardián de los tres palos azul y oro. Una noche redonda.
¿Y lo futbolístico? Boca se dividió en dos. En la primera parte fue un equipo sin muchas ideas y que dependía de las ganas de Erbes, la claridad de Riquelme o el talento de Acosta. Ahí, Olimpo, logró defender con inteligencia y llegar a provocar algún que otro susto con una contra bien armada. En la segunda etapa hubo otra intensidad, mayor profundidad y generación de juego. Fue ahí que tras una gran acción colectiva que incluyó a Román, Marín, Pichy y Sánchez Miño, se llegó al gol del zurdo. Si bien hubo un momento de dudas en la que Trípodi respondió muy bien, y otro de goce en el que la gente explotó tras el 2-0 de penal por parte del enganche; lo más importante de la noche fue el haber logrado otro triunfo pensando en seguir construyendo la identidad de este equipo.
Volvió Riquelme, se ganó y todavía todo es posible. Cuando hay amor, el romance es así.