Hoy se celebra un nuevo aniversario de un tanto que marcó la carrera del futbolista con más poder de fuego del Xeneize.
Hace 20 años se iniciaba el camino goleador más importante en la historia de Boca Juniors; Martín Palermo, en su septimo partido oficial en el club, anotaba al minuto de juego su primer grito en el Xeneize. Un pase de La Paglia, que tenía otro destino, rebotó en un defensor y le quedó al Loco, que de primera y de ¡derecha!, la cruzó para poner el 1-0 del 2-1 con el que se vencería a Independiente en La Bombonera. Justamente ante el Rojo fue su debut en la red, siendo un rival que después pasaría a ser uno de sus preferidos. Tras este llegarían otros 235 anotaciones, que lo pondrían en un lugar de elite al ser el máximo artillero del azul y oro, lugar que aún le pertenece.
Ese gol de Palermo tuvo una doble importancia. Primero porque rompió con ciertos prejuicios, ya que al no haber marcado en los otros seis juegos previos, algunos dudaban si tenía el nivel para jugar en Boca Juniors. En segundo lugar porque le significó al Loco el ganar confianza en si mismo, algo que terminó siendo decisivo en su su juego, demostrando con los años que no tenía vergüenza ni reparos en probar rematar al arco desde cualquier zona y con cualquier parte del cuerpo. Optimismo que le destacó Carlos Bianchi y que lo transformó en leyenda.
De cabeza, de zurda, de derecha, de tiro libre, de penal con una o dos piernas. De mitad de cancha con la frente, desde atrás de ella con la pierna. De chilena, de taco, de casualidad, en contra, de tijera, con el alma. Martín Palermo es el sinónimo de gol en Boca Juniors, un ídolo enorme que hoy celebra 20 años de la primera alegría que le regaló a los hinchas.
¡Muchas gracias, Palermo!
