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El Rival

Analizando al rival: River Plate

Despues de 438 días se vuelve a jugar un Superclásico.

Boca recibe a River en la Bombonera por la fecha 4 de la Fase Campeón. El xeneize y el millonario disputarán desde las 21.30hs un duelo decisivo para generar la diferencia que ambos necesitan para intentar clasificar a la final de la Copa Diego Armando Maradona. Los dos equipos llegan igualados en puntos y compartiendo la punta del Grupo A, aunque el equipo dirigido por Russo tiene una mejor diferencia de gol a favor. A continuación, respasamos el andar de River, las variantes ofensivas, las dudas en la defensa, estadísticas, el once probable y mucho más.

El último antecedente

River y Boca se enfrentaron por última vez el 22 de octubre de 2019 en el partido de vuelta correspondiente a las semifinales de la Copa Libertadores. El xeneize obtuvo la victoria por 1-0 con gol de Hurtado, aunque no le alcanzó para revertir el resultado global (1-2). Desde el último encuentro entre ambos ha transcurrido un año, dos meses y ocho días (438 días). El parate por la crisis sanitaria y la pandemia generada por el covid-19 y las falencias organizativas del fútbol argentino han provocado una de las rachas más largas sin partidos entre ambos. La ocasión anterior que ambos equipos estuvieron sin disputar partidos oficiales fue entre el 15/05/2011 y el 28/10/12 (un año, cinco meses y diez días), coincidiendo con el periodo de River en la B.

River en la Copa Diego Maradona

El millonario acumula 12 encuentros invictos entre la Copa Diego Maradona y la Copa Libertadores. Si extendemos el recorte a la vuelta del fútbol tras el parate consecuencia del covid-19, River lleva 17 partidos disputados de manera oficial con sólo una derrota (1-3 vs Banfield), 3 empates y 13 victorias. El equipo comandado por Gallardo convirtió 40 goles y recibió 14.

En la Copa Diego Maradona, River terminó primero de su grupo con 15 puntos producto de 5 victorias y una caída. El grupo C lo compartió con Banfield, Godoy Cruz y Rosario Central. El inicio fue malo con una derrota ante Banfield, pero posteriormente se reacomodó y consiguió cinco vectorias consecutivas. Luego del sorteo de la fase campeón, el equipo de Nuñez inicio su camino con un empate 1-1 ante Argentinos Juniors en condición de local. Posteriormente, el millonario venció 3-1 a Huracan y 2-1 a Arsenal. De esta manera, River llega a la cuarta fecha con 7 puntos, en igualdad de condiciones que Boca, pero con una diferencia de gol menor (+4 tiene el Xeneize).

Estadísticamente, River tiene 8 goles concedidos en 9 partidos disputados con un promedio de 0,9 por encuentro. En este contexto, se enfrentará a Boca que lleva 13 goles encajados en 9 partidos con un promedio de 1,4 cada 90 minutos. Además, River mantuvo la valla invicta en 3 ocasiones y, paradójicamente, concedió cuatro penales, de los cuales le convirtieron dos (Bologna atajó a Badaloni y Lollo remató por encima del travesaño).

Asi juega River

Gallardo no tiene un esquema fijo o predeterminado, ya que en estos seis años al mando del equipo supo jugar con distintos esquemas tácticos. De todos modos, hay algunas posiciones y funciones dentro del esquema que se mantienen, aún a pesar del cambio de futbolistas o como producto de las características de los mismos.

En defensa, preferentemente el equipo se para con cuatro defensores, aunque en distintas ocasiones presentó una línea de tres (por ejemplo en la primera final de Copa Libertadores 2018 y un periodo en la vuelta al fútbol en 2020). Ambos laterales tienen presencia ofensiva, Montiel y Angileri siempre atacan por carriles externos, mientras que Casco tiene una tendencia a cerrarse y mayor libertad para aparecer en distintos espacios del campo de juego. Rojas es el jugador más veloz y fuerte en el mano a mano a campo abierto, seguido por Paulo Díaz que esta en plena recuperación futbolistica. Pinola ha perdido un poco de terreno en el último tiempo aunque su presencia y jerarquía todavía son un  plus.

En el mediocampo, el DT suele optar por un volante posicional en el eje y dos volantes internos con bastante dinámica. Entre las características más destacadas de los esquemas del entrenador esta la tendencia a jugar con un cuarto volante cuyo punto de partida es la banda izquierda, pero con tendencia a cerrarse detrás del cinco rival. Gonzalo Martínez y, luego, De La Cruz o Carrascal cumplen esa función. Particularmente, en los partidos con Boca, Gallardo ponía a Pity muy cerca de Barrios para que el volante de Boca estuviese ocupado y pendiente de él y no pudiera obtener los rebotes y segundas jugadas. En este marco, será importante ver como lidia Boca con la superiorida numérica de River en ese sector del campo y la presión en salida para poder armar juego y posicionarse adelantados sin la necesidad de depender exclusivamente de la inspiración de los extremos.

En cuanto a la ofensiva, River siempre juega con dos delanteros que actúan en tandem. Generalmente, Matias Suarez va por fuera, alternando el perfil, mientras que Borré se ubica más en el centro del ataque. Ambos jugadores tienen un rol preponderante en la presión a la salida rival, sobre todo el atacante colombiano. En un periodo muy corto de tiempo, al reinició del 2020, Gallardo supo jugar con un esquema 4-2-4 similar al de Boca con la aparición de Julián Álvarez.

River y los centros: una clase maestra en envíos laterales al área, variantes y goles calcados

Una de las características más importantes del juego ofensivo de River es la apertura por bandas para terminar la jugada con un centro. La presencia ofensiva de los laterales de River es importantísima, así como la capacidad de sus jugadores externos para triangular y liberar por los extremos para luego hallar a sus compañeros dentro del área sea con centros, pase atrás o buscapiés. Esta capacidad para hallar al compañero dentro del área y generar las ventajas para esa ejecución es un aspecto que marca una diferencia abismal entre River y el resto de los equipos.

Estadísticamente, River tiene un porcentaje de éxito del 24,5% en centros en lo que va de la Copa Diego Maradona, producto de 174 intentos y 42 completados. Por ejemplo, Boca con la misma cantidad de partidos acumula sólo 25 centros completos en 9 encuentros locales con un porcentaje de éxito del 18,4%. En definitiva, una diferencia notoria que se expresa aún con más contundencia si el análisis se hace específico sobre los jugadores externos de cada plantel.


En resumen, los jugadores externos de River (laterales y mediocampistas por afuera) intentaron
15 centros menos que los futbolistas de Boca y concretaron 4 envíos más de manera satisfactoria. A su vez, la importancia de ellos radica en la capacidad para asistir y crear grandes oportunidades (pases que derivaron en un remate). Los jugadores de River con esta función lograron el doble de asistencias que los xeneizes y generaron 25 situaciones de gol extra. Este análisis se hace imprescindible si se tiene en cuenta el estilo y táctica que usan cada uno. River suele jugar con un 4-4-2 o 4-1-3-2, mientras que Boca expresa un 4-2-4 o 4-2-3-1 con presencia sistemática de jugadores por fuera en posición de extremos.

Asimismo, las estadísticas se complementan con la relación entre los goles de River en el torneo doméstico y la ubicación de los remates que los provocaron. El equipo de Gallardo posee 2 goles de zurda, 9 con pierna derecha, 5 de cabeza y un gol en contra (Martínez de Rosario Central). De estos 17 goles acumulados en 9 encuentros de la Copa Diego Maradona, 15 los ha convertido dentro del área, que corresponde al 88% de sus tantos. En este aspecto, en Boca se destacan Izquierdoz y López, aunque dificilmente ambos sean parte del encuentro ante el clásico rival debido a la cercanía de las semifinales de Copa Libertadores.

El impacto de los centros en los últimos clásicos

Para confirmar el buen trabajo del millonario en este aspecto del juego y la eficacia de sus centros y envíos laterales al área cabe repasar la importancia de esta faceta en los partidos entre River y Boca desde que Gallardo es entrenador. En el partido correspondiente al Torneo Transición 2014, Pezella empató (1-1) tras un centro frontal y rebote de Orión. Posteriormente, en el 2-4 del Monumental en 2016, el primer gol de River proviene de un centro mal despejado por Peruzzi que toma Driussi en el borde del área. A su vez, el 2-1 parcial llegó mediante un centro de Jorge Moreira desde la derecha para el gol de Alario en el borde del área chica.

En 2017, el resultado final fue 1-3 y River abrió el marcador con un centro de Driussi desde la derecha al segundo palo para la volea de Pity Martínez. En el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores de 2018, Pratto empata el partido luego de una jugada por derecha que termina en un centro atrás de Nacho Fernandez para que el delantero defina en el punto de penal. Consecuente, en 2019 durante el partido de ida de las semifinales, Ignacio Fernández decreta el 2-0 luego de una triangulación por el centro, una apertura hacia la derecha y un centro bajo al área chica entre 3 marcadores xeneizes. Esa misma jugada ya la había concretado el propio Fernández como asistidor en Mendoza, un año antes, en la final de la Supercopa Argentina.

Este aspecto del juego es una de las grandes diferencias que marca el River de Gallardo sobre el resto de los equipos en el plano local e internacional. Este equipo está diseñado para exprimir las falencias de sus rivales a la hora de cubrir el ancho del campo de juego, poner a sus laterales en posiciones ofensivas, triangular por dentro mediante apoyos o circular rápido para establecer ventajas por fuera que le permitan a sus futbolistas tirar centros precisos. Es indudable el trabajo de la semana en este aspecto, la eficacia lograda, el sentido de los mismos y la importancia en el entramado ofensivo. Los centros de River marcan la diferencia y Boca ya lo ha sufrido en sobradas ocasiones tanto defensiva como ofensivamente, en cuanto a la comparación entre las opciones creadas y las situaciones y goles recibidos en contra por esta vía.

Los goles de River en la Copa Diego Maradona

Gol de Girotti, centro atrás de Matías Suarez

Gol de Zuculini a Godoy Cruz

Gol de Suarez a Huracán

Los apoyos internos y las diagonales de sus delanteros. El tercer hombre, la jugada indefendible.

River es un equipo que posee una enorme precisión a la hora de tocar en espacios reducidos, generar apoyos para sus delanteros y culminar las jugadas con aperturas rápidas luego de centralizar a sus rivales. Para ello, es imprescindible el trabajo de sus delanteros para pivotear y de sus volantes a la hora de atacar las espaldas de los mediocampistas y defensores rivales con diagonales. En esa zona del campo, River se hace imperceptible para sus oponentes.

Esta ejecución de River es conocida como “tercer hombre” ya que el jugador que aparece libre en una zona del campo no es partícipe directamente de la jugada, pero se beneficia del arrastre de un jugador o la combinación (pared) de otros dos. Este concepto es muy bien aplicado por River, sea con la participación de un lateral o extremo fijando por fuera, más la adición de un delantero o volante de espaldas y la aparición o anticipación de un tercer elemento en los espacios que esos dos han generado previamente para él.

¿Cómo funciona esta fórmula? En esta situación de juego, Gallardo suele poner a Borré y Suarez de espaldas, atrayendo a los marcadores centrales contrarios, quienes intentan salir lejos para buscar el anticipo o absorber la marca (presuntamente en desventaja física) que se encuentra de espaldas. Pero, ese movimiento de la última línea es aprovechado por los volantes o el punta acompañante del que realiza el retroceso. Así, De la Cruz, Carrascal, Nacho Fernández o Zuculini (actualmente) y sobre todo Matías Suárez atacan las espaldas de los centrales adelantados, con el arco de frente y campo abierto. Esta triangulación suele darse entre un volante en posición de interno, un delantero cerrado y otro tirando diagonales de afuera hacia adentro.

¿Cuantas veces River le convirtió el mismo gol a Boca en el último par de años?

La fórmula del mediocampo: volantes internos dinámicos, exteriores picantes.

Nacho Fernández es el mejor jugador del fútbol argentino en los últimos dos años, por lo menos. El ex Gimnasia tiene una dinámica excepcional a la hora de las transiciones, la capacidad de respaldar ataques, dar sentido a la tenencia y ser una rueda de auxilio. Además, el jugador le sumo mucha presencia en el área, aunque su punto más flojo han sido los problemas físicos.

Enzo Pérez suele ser el volante más retrasado del equipo. En salida, el mendocino suele ejercer de tercer central y a la hora de relevar ser el volante con mas vocación defensiva en la obtención de rebotes y ocupar los vertices de los triangulos con los defensores centrales yendo al borde del área y de los medios al posicionarse en el círculo central. Este es, quizas, el cambio más grande en el equipo entre la presencia de Pérez y Ponzio. El volante rosarino suele estar más retrasado, con menos dinámica en el traslado para saltear la presión con gambeta y con mas recurrencia a las infracciones para impedir ataques rápidos.

Respecto de los volantes externos, Jorge Carrascal es la última incorporación del River de Gallardo. No es que el volante ofensivo haya sido adquirido recientemente por la institución, sino que lo han llevado de a poco durante los últimos dos años hasta que alcanzó el nivel que muestra hoy en día. Carrascal inició como alternativa a De la Cruz por las similitudes en su juego, una gambeta endiablada y ofensiva, buen remate desde afuera y un punto de partida como exterior para terminar los ataques por dentro. En los últimos partidos, Gallardo los ha hecho jugar juntos, poniendo al uruguayo más cerrado y al colombiano bien abierto por la derecha.

Zuculini, una flecha al corazón del área

El volante volvió a aparecer en River con una de las características más favorables e impresionantes de su repertorio. Zuculini ataca el área como un delantero, llegando desde atrás lo hace de manera profunda, definiendo en el área chica y muchas veces terminando, practicamente, adentro del arco.

En principio, Zuculini era considerado por Gallardo como el reemplazante natural de Ponzio en la posición de volante central defensivo, pero en esa posición no tuvo los resultados esperados por el entrenador que recurrió a multiples jugadores para cubrir esa vacante (Rossi y Arzura por ejemplo). Finalmente, con el establecimiento de Enzo Pérez en esa zona, el jugador y Gallardo presuntamente acordaron una nueva posicón que se presenta más cercana a las cualidades del futbolista. Zuculini está jugando como interno, con menor presencia en la conformación misma de la jugada, pero siendo sumamente efectivo y potencialmente un arma importantísima de gol con sus llegadas al área.

Zuculini lleva 534 minutos disputados desde la vuelta al futbol en ambas competencias. En la Copa Diego Maradona fue titular en cinco ocasiones, con un remate en promedio por partido y un gol convertido. A su vez, en la Copa Libertadores, el volante jugó tres partidos, en los que suma un remate por encuentro (1 desviado y dos al arco) con una efectividad de casi el 67% en conversiones (dos goles). En todos los casos, sus goles fueron convertidos dentro del área.

Las defensas bajas

En el último fin de semana, Gallardo vio como su equipo perdía a ambos laterales en el mismo partido. Angileri sufrió un desgarro en el isquitibial izquierdo por lo que esta descartado para el partido en La Bombonera. Por su parte, Milton Casco tiene una distensión en la misma zona, una lesión de menor gravedad respecto de la de Angileri, aunque también lo deja fuera del clásico.

Asimismo, Gallardo debe lidiar aún con el interrogante que plantea la sinovitis (acumulación de líquido en la articulación) en la cadera de Paulo Díaz que lo marginó los últimos dos encuentros. Con este panorama, el millonario deberá reorganizar la última línea e incluso podria improvisar en esa zona.

Las variantes y opciones para reacomodar la defensa

Las únicas certezas que tiene River en la defensa estan en el sector derecho de la misma. Montiel y Robert Rojas son dos titulares indiscutidos y ambos se encuentran bien de salud. Pinola aparece como el otro jugador con mas chances de ser de la partida por su polivalencia a la hora de actuar como central, lateral izquierdo y stopper en línea de tres defensores, aunque al ser el único defensor zurdo, el muñeco podría preservarlo para la Copa.

Del mismo modo, tras las lesiones de Casco y Angileri y la salida a préstamo de Nahuel Gallardo, el único marcador lateral izquierdo puro que tiene el plantel es Santiago Montiel, primo de Gonzalo. Pero, en la semana previa al superclásico, Gallardo ni siquiera lo subió a entrenar con la primera. En este contexto, para mantener una línea de cuatro defensores, la opción mas clara que tiene Gallardo es la inclusión del paraguayo Jorge Moreira, quien retorno hace algunos meses al club y sólo disputó dos partidos. En tal caso, Moreira dejaría la banda derecha por la que se desempeña habitualmente para jugar en posición de tres. La otra variante que evalúa Gallardo es la incorporación de Santiago Sosa en la defensa. El volante ya cumplió este rol en el partido ante Godoy Cruz y el entrenador ya lo ha utilizado como volante central, interior derecho y marcador central.

Por eso, más allá de los nombres que elija, Gallardo puede sorprender con distintas variantes posicionales y tácticas. En la primera final de la Copa Libertadores 2018 y gran parte de la primera mitad de 2020, el DT utilizó una línea de tres defensores y cinco volantes.  Montiel y Casco suelen ser los laterales volantes en esta disposición, con Rojas, Díaz y Pinola como stoppers. El trabajo que requiere esta disposición y la posibilidad concreta de que Sosa juegue en la defensa hace pensar que River optará por un esquema mas conservador o aceitado para proteger a lo que sería una dupla central con poco rodaje y un lateral izquierdo improvisado.

Disposición táctica con línea de tres defensores en el aprtido de ida de la Copa Libertadores 2019

¿Apostarán? Por el contexto de cada equipo, podría darse un clásico con muchos juveniles de ambos lados

Boca ha apostado por algunos juveniles en los últimos dos encuentros de Copa Maradona. Avila, Zeballos y Varela llevan dos partidos consecutivos como iniciales en el once de Russo. Pero, jugaran un partido tan trascendental o el experimentado entrenador volverá a contar con los jugadores que habitualmente se desempeñan en la Libertadores?

Por el lado de River, se presenta el mismo interrogante. La ausencia de un lateral izquierdo podría darle rodaje a un juvenil, aunque no parece que sea el caso. A su vez, Sosa se instaló con fuerza entre la rotación habitual de Gallardo tanto como interno en reemplazo de Fernández como siendo alternativa en la defensa. Girotti y Beltran son dos delanteros con menos recorrido, siendo este primero uno de los mimados del DT. A su vez, Rollheiser, Ferreira y Julián Alvarez son otros de los juveniles con participación recurrente, siendo este último uno de los goleadores del plante en la Copa Libertadores. Todo parece indicar que Gallardo alternará titulares con suplentes, pero no recurrirá a un equipo totalmente alternativo cómo se mencionó en la semana.

El once probable de River

Marcelo Gallardo suele ser muy hermético respecto de las alineaciones en los días previos de los partidos tan importantes como un superclásico. En esta ocasión, al cuidado habitual ante las filtraciones a la prensa se le suman los problemas para conformar la última línea tras las lesiones de Casco y Angileri y la cercanía de las semifinales de la Copa Libertadores. En este contexto, es sumamente difícil prever un once posible de manera tan anticipada.

De todos modos, el entrenador pondría en cancha un equipo con una mezcla entre titulares y suplentes y con la presencia de varios juveniles en el banco de suplentes. De esta manera, los once que pararía Gallardo para visitar la Bombonera serían: Bologna (Armani); Montiel, Rojas, Sosa, Díaz (Pinola); Zuculini, Ponzio, Fernández, Carrascal; Álvarez y Borré (Suarez).

Por estas horas las dudas de Gallardo pasarían por la banda izquierda de la defensa y la delantera. En primer lugar, ante la falta de un lateral izquierdo natural, el DT deberá improvisar y para eso cuenta con Paulo Díaz y Javier Pinola. El ex Rosario Central sería la opción clásica por ser zurdo, pero en caso de sufrir una lesión muscular, el plantel quedaría sin defensores con ese perfil natural para las semifinales de la Copa Libertadores. Por lo tanto, el chileno Díaz podría meterse dentro del inicial luego de recibir el alta médica en el día de ayer y por su pasado como lateral derecho. Del mismo modo, esta situación de cuidado prevalecería como el motivo que lleve al estratega a incluir a Santiago Sosa en la dupla central . Sino, la lógica indicaría armar una línea de cuatro defensores con Montiel, Rojas, Díaz y Pinola.

En el mediocampo los nombres estan bien claros, Ponzio por Enzo Pérez (volvió luego de superar el covid) y Zuculini por De La Cruz. La delantera vuelve a estar dependiente del estado físico de los intérpretes: Suarez acabó muy cansado el partido ante Arsenal por el desgaste producto de jugar con uno menos. Borré abandonó ese partido con una molestia en la rodilla producto de un golpe y la salida de Pratto quien era un suplente recurrente. Asi que, Julian Álvarez podría volver a ser incluido en el equipo tiular y Girotti (ya tiene un gol en el torneo) como pieza de recambio.

3 Comments

3 Comments

  1. Sergio

    2 enero, 2021 at 16:05

    Yo no pierdo tiempo en analizar a los diureticos en todos los partidos que jugo siemore lo beneficio el referi los medios y el ficture . Y que me contas que nunca respeto el reglamento.
    La clave esta en ser mas bicho que ellos.siempre dentro del reglamento.

  2. Yamil

    2 enero, 2021 at 17:01

    La verdad que hay q admitir que te mandaste flor de análisis!

  3. Pingback: Resumen: 2 de enero del 2020 – Diario Xeneize

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