Boca cayó ante All Boys por 2 a 0 y se despidió finalmente de la lucha por el Torneo Inicial. El Xeneize no logró mejorar respecto a los últimos partidos y volvió a sacar a la luz todas sus falencias. A pensar en otra cosa…
La esperanza del campeonato seguía viva. Con los empates de San Lorenzo y Lanús, Boca con una victoria quedaba a tan solo un punto del líder. La expectativa estaba presente en la Bombonera.
El partido comenzó con la balanza ligeramente inclinada hacia el lado azul y oro. Con Juan Román Riquelme a la cabeza logró crear algunas jugadas de peligro. A los 12 minutos, el capitán de Boca Juniors sacó un remate desde lejos que logró despejar apenas con los dedos el arquero Cambiasso.
A los 17 se iba a encender la alarma en Boca. Juan Román Riquelme comenzó a elongar su aductor izquierdo, que quedó sentido luego de ir a pelear una pelota en la mitad de la cancha, y tuvo que pedir el cambio. En su lugar ingresó Leandro Paredes. Boca se quedaba sin el enganche en el comienzo del partido.
Luego de esto, Boca continuó buscando el gol. A los 20, tras un centro, Gigliotti metió un cabezazo en el centro del área pero encontró bien parado a Cambiasso. El partido cambiaba de tónica, All Boys se animaba cada vez más, y las imprecisiones volvían a decir presente en Boca.
El partido era muy disputado en el medio de la cancha, y más parejo que en los primeros minutos. All Boys pudo llegar al arco xeneize pero sin peligro. Gigliotti tuvo una más a los 43, con un remate que logró frenar una vez más Cambiasso. Así se fue la primera parte.
El inicio de la segunda mitad fue desastrosa: en tan solo un minuto de juego, Roberto Battión le ganó en el aire a los jugadores de Boca en un córner y metió un buen cabezazo para abrir el marcador. Siete minutos más tarde, Orion salió a achicar a un jugador de All Boys (que estaba claramente adelantado) y le cometió penal. Mauro Matos no perdonó y lo cambió por gol. En menos de 10 minutos del complemento, Boca ya estaba dos goles abajo.
Bianchi comenzó a mover el banco de suplentes, metiendo a Franco Cángele en lugar de Jesús Méndez, y a Fernando Gago en lugar de Cristian Erbes.
A pesar de que Boca buscó hasta el final, no logró descontar. Sin ideas, ni pudo llegar al arco rival con mucho peligro y hasta pudo haber recibido más goles de contraataque. Un baldazo de agua fría que le pone los pies sobre la tierra al conjunto Xeneize, ya sin chances de pelear un campeonato que nunca mereció.
cristina sikos
24 noviembre, 2013 at 21:05
Esto no es Boca,la gente que «festeja»esto esta absolutamente equivocada,si seguimos diciendo todo esta bien,boquita de mi vida,no vamos a cambiar mas la realidad y sera asi de por vida.Lamentablemente real.Romay Bianchi a morir,los demas a la mierda