De Rossi, los italianos y europeos que jugaron en Boca

Te contamos todos los detalles de la historia entre aquellos nacidos en el viejo continente que supieron ayudar al Xeneize.

Daniele De Rossi es el refuerzo más sorpresivo de Boca Juniors y del fútbol argentino en los últimos años. El contexto es claro: nunca un europeo, menos de su renombre, y que sólo haya jugado en Italia, había decidido cruzar el charco para venir a jugar en estas tierras. Sí, es el primer futbolista formado en el Calcio en ser parte del torneo nacional en toda la historia.

Fuera de la contundencia del récord personal de De Rossi con respecto al fútbol argentino, su llegada a Boca también lo transforma en integrante de un par de listas selectas de la historia del club. Es que Daniele será el doceavo europeo en jugar en Boca (décimo sexto contando entrenadores), y el cuarto de los nacidos en Italia que visten esta camiseta.

ITALIA Y BOCA

El origen de Boca está fuertemente relacionado con Italia, siendo los propios fundadores hijos de inmigrantes de ese país. Habiendo muchos jugadores a lo largo de la historia que jugaron en el Xeneize en esa condición de familiares directos, pero sin haber nacido en el viejo continente.

Es por eso que el primer italiano real en jugar en Boca Juniors fue Mario Busso, un volante que arribó de Atlanta y que tuvo un paso extenso por el club con 127 partidos, cuatro goles y 8 campeonatos: torneos 1919, 1920, 1923, 1924 y 1926; y de las copas Competencia 1919, Ibarguren 1919 y Copa de Honor 1920. Además, fue parte de la Gira de 1925 por Europa que le dio el título honorífico a la institución, una de la cual no volvió ya que aprovechó para quedarse a vivir en su país. Pese a su nacionalidad, se dio el lujo de actuar en algunos partidos con la selección Argentina.

Juan Brattina fue el segundo italiano en jugar en Boca Juniors, siendo su puesto el de volante. Formado en las inferiores, su irrupción en la primera del Xeneize tuvo que ver con una de las tantas huelgas de profesionales que hubo en el fútbol argentino. Sólo jugó 18 partidos entre 1948 y 1949, contando partidos oficiales y encuentros amistosos.

Nicolás Novello es el hombre a superar por parte de Danielle De Rossi, ya que es el italiano que mayor cariño logró hasta el momento en la historia de Boca. Delantero, habilidoso y con recursos, surgió de las inferiores y ganó tres campeonatos: Copa Argentina 1969, y los Torneo Nacionales de 1969 y 1970. En total disputó 246 partidos y marcó 55 gritos, incluyendo uno de chilena contra San Lorenzo. Su compromiso con la institución del club continuó fuera del fútbol, ya que durante mucho tiempo fue el presidente de la mutual de ex jugadores.

Más allá de los nacidos en Italia, el Xeneize ha tenido en su historia varios futbolistas argentinos que se nacionalizaron para defender la camiseta azzurra. Los oriundi, como los denominó Mussolini tras el Mundial de 1934, que jugaron en Boca Juniors fueron: Raimundo Orsi (Campeón del Mundo en Italia 34 siendo elegido el mejor jugador), Gabriel Paletta, Daniel Osvaldo, Antonio Valentín Angelillo, Rinaldo Martino y Eduardo Ricagni. También hubo otros dos que pasaron por las inferiores, sin jugar en la primera del azul y oro, y que fueron parte de la plantilla nacional del conjunto europeo, como son los casos de Fernando Forestieri (en la juvenil) y Cristian Ledesma. Algunos incluyen a Luis Monti (también vencedor en Italia 34), pero no hay un registro confirmado sobre su estadía en La Ribera.

RESTO DE EUROPA

Fuera de Italia, los otros casos de europeos jugando en Boca se remontan desde el inicio del siglo XX. El que comenzó todo fue Rafael Pratts, delantero de Gibraltar que supo anotar el primer gol del club en un campeonato argentino, en el triunfo por 3-1 ante Belgrano Athletic por la Segunda División en 1908, encuentro en el que anotó por duplicado. En total marcó 36 gritos en 39 juegos.

El segundo europeo, y extranjero en general en la historia de Boca, fue José Belloc. El arquero también nació en Gibraltar y fue compañero de Rafael Pratts, coincidiendo con él en un par de oportunidades. En total protegió los tres palos del Xeneize en 42 encuentros. El tercero también fue un británico, aunque en este caso fue un delantero escoses llamado Alex MC Culloch que sólo disputó un juego, marcando en el 3-0 ante Comercio por la División Intermedia de 1912.

España también estuvo muy presente en la historia de Boca, aportando tres jugadores de ese país. El primero, y el más importante, fue Pedro Bonis Arico Suárez. El volante es el europeo con más partidos en el Xeneize, logrando un total de 423, con 3 goles, en los doce años que defendió la azul y oro. En su paso por la institución logró seis títulos (Copa Ibarguren 1940 y los campeonatos de 1930, 1931, 1934, 1935 y 1940). También supo representar al club en el Mundial de 1930 con la camiseta de Argentina, ya que se nacionalizó. El segundo es Julio Alas, quien llegó a los 6 años desde el país ibérico y, tras hacer las inferiores, debutó en el Xeneize como lateral. En total actuó en 46 encuentros, siendo parte de los planteles que obtuvieron los torneos de 1964 y 1965. El último de esta nacionalidad en defender la casaca fue Pablo Trobbiani, volante central, hijo de un ídolo como Marcelo, que surgió de la cantera y que sólo llegó a aparecer en 5 ocasiones durante 1996, año en el que debutó Juan Román Riquelme.

Hungría es un país que ha tenido una fuerte relación con Boca Juniors pese a que sólo hubo un jugador que jugó de manera oficial en el club. Tema que repasaremos más adelante cuando hablemos de los casos fallidos y de los entrenadores europeos en la institución. El único futbolista nacido en este país que usó la azul y oro fue Ferencs Sohn. «Sas» como todo el mundo pensaba que era su nombre, en verdad era el apodo que traía de su tierra, palabra que significaba águila y que hacía referencia a su juego. Además de De Rossi, es el único europeo que arribó al club proveniente de una liga de ese continente. Era delantero y arribó al club tras ser titular en la final del Mundial de Francia 1938, partido en el que su selección perdió ante Italia por 4-2. En total disputó 50 encuentros en el Xeneize, donde marcó 11 goles y fue parte del título en el campeonato de 1940.

El último europeo que jugó en Boca Juniors hasta el momento es Mikael Yourassowsky, un lateral por izquierda que arribó como promesa a las inferiores y que llegó a disputar tres partidos bajo el mandato de Carlos Bianchi en el 2004. Ya sin el Virrey, sufrió una ruptura de ligamentos que, sumado a que Miguel Ángel Brindisi no contaba con él, hicieron que regresara a su continente para jugar en España.

ENTRENADORES

Valeré de Bevesconny: el francés fue el primer entrenador extranjero que tuvo Boca Juniors en su historia. Tuvo un paso breve por el club, dirigiendo solo en 16 partidos – incluyendo amistosos – durante 1939.

Renato Cesarini: su nombre siempre fue asociado al de equipos de gran juego y a la formación de juveniles con mucho concepto. El técnico italiano arribó a Boca con esa fama, pero no logró aplicarla en el club, sino más bien lo contrario al ser el máximo responsable de la peor campaña de la historia en el Campeonato de 1949. Debió irse antes de terminar el certamen, ya que si se quedaba seguramente el Xeneize hubiera terminado descendiendo. Tras dejar el azul y oro retomó su calidad habitual, demostrando que tenía talento, pero que no le alcanzaba para el único gigante de la Argentina.

Franz Platko era un técnico de enorme prestigio que supo lograr títulos con el Barcelona, Colo Colo y que también dirigió al Arsenal de Inglaterra, River y a la selección de Chile. Llegó para intentar solventar la pésima labor de Renato Cesarini, que dejó a Boca por primera vez en situación complicada con el descenso. El húngaro ganó 6 de los 13 partidos que dirigió de ese campeonato, logrando salvar al club en la última jornada con una gran goleada por 5-1 frente a Lanús. Se fue al año siguiente tras dirigir un par de partidos del torneo de 1950.

Gyory Orth: siguió con la tradición de entrenadores húngaros que había iniciado Franz Platko, siendo el tercero de esa nacionalidad vinculado al club tras el paso del jugador Ferencs Sohn. 24 partidos, incluyendo amistosos, fue la cantidad de encuentros que comandó en 1953. Luego siguió su carrera por Perú y Portugal.

Se podría contar en esta lista a Alfredo Di Stéfano, que jugó en la selección de España durante cinco años y es el único técnico que fue campeón con el Xeneize y el Millonario. Pero la Saeta Rubia nació en Argentina y se crío en el barrio de La Boca, pese a que la mayoría lo vincule como el símbolo del Real Madrid que es.

CASOS FALLIDOS

Como hemos marcado, a lo largo de la historia hubo once jugadores europeos que actuaron en Boca Juniors. Pero también hubo varios que estuvieron muy cerca y que no lograron llegar a tener esa oportunidad. Algunos estuvieron a prueba sin quedar, como los croatas Antonio Franka (Enganche) y Milan Borjan (arquero), o el húngaro László Éger (delantero).

Luego hubo futbolistas que sí llegaron a quedar momentáneamente en reserva, como el húngaro Robert Waltner (delantero), el georgiano Georgi Kinkladze (enganche) o el malvinense que se siente inglés Martyn Clarke (punta). Todos estuvieron muy cerca de la primera, aunque sin chances reales de jugar.

Ya centrado específicamente en inferiores, cuando Boca Juniors tuvo al Arsenal de Lavallol como filial, ahí actuó el húngaro Elmer Banki, quien luego se desarrolló como un experimentado técnico del ascenso. Más recientemente, en la cantera estuvieron los italianos Francesco Seferino (extremo, 1997) y Thiago Ceijas (volante, 2001), que se encuentran actualmente jugando en Europa.

CONCLUSIÓN

La historia entre Europa y Boca es muy grande, con jugadores y técnicos que han aportado a que el club crezca. Ahora le tocó el turno a De Rossi, que llega con un cartel y una fama que, en caso de respetarla, puede hacerlo el más importante de toda esta lista.