El enigma de Almirón

Te contamos los detalles detrás de lo que fue otro partido del único grande.

Boca cayó por 1-0 ante Tigre en La Bombonera y acumuló su segunda derrota al hilo por la Copa de la Liga 2023. El Xeneize no supo aprovechar el envión de la Libertadores y dejó dudas.

Otra vez se cayó en el laberinto de Almirón. El técnico insiste en su juego de misterio, probando en la semana equipos que luego no utiliza en los partidos, cayendo en la improvisación para intentar sorprender al rival y queriendo mostrar un conocimiento sobre su adversario que raramente logra exponer. Ante Tigre volvió al doble nueve y armó un 442 que no estuvo a la altura.

Zeballos incómodo como carrilero, con Saracchi detrás suyo, ambos abiertos, sin pase en el medio para triangular por la falta de volantes, dejándole a Valentini la presión de ser generador. Por la derecha insistió con Advincula como volante, quitándole profundidad al ataque. Arriba un doble nueve en el que Benedetto fue un problema para el equipo y para Cavani, al que obligó a hacer el trabajo sucio.

Boca no tuvo ideas, no lastimó salvo un par de centros de Zeballos, y sí sufrió a un Tigre que en la simplicidad encontró su arma. Ellos, tras un córner, pusieron el 1-0 con un cabezazo de Luciatti en el que Benedetto perdió su marca.

Para el segundo el técnico corrigió con el ingreso de Taborda por Benedetto y Boca pasó a ser más lógico. Luego hizo debutar a Bullaude por Campuzano y puso a Janson por Weigandt, armando un 434 bien ofensivo. Para cerrar, Fabra por Saracchi y Rojo por Valentini.

La realidad es que a Boca le faltaron ideas, pero aún así la sensación fue de que si el equipo hubiera jugado así desde el inicio el resultado, y el nivel, hubiera sido otro.

Boca tiene que dejar de inventar, de improvisar y elegir una forma para hacerse fuerte y explotar su potencial. Queda casi un mes para la serie contra Palmeiras y el enigma de Almirón no tiene que ser un problema.