Por las ausencias de Santiago Silva y Nicolás Blandi por diferentes lesiones, y con Lucas Viatri con una molestia (irá al banco), Bianchi recurre a uno de los juveniles más prometedores de las inferiores Xeneizes.
Hace 18 años nació en San Miguel, provincia de Buenos Aires, un chico que disfrutaba de jugar al fútbol y pisar la pelota en el Club Parque. Justamente en esas canchitas que albergaron a grandes cracks del fútbol argentino como Riquelme, Cambiasso y Sorín; jugaba Di Franco con una sonrisa en sus labios. Un día, ese petiso habilidoso y veloz, se fue a probar a Boca y quedó..
El destino lo empujó hasta esta realidad. Todo comenzó cuando su primo – Gonzalo Escalante, también jugador del Xeneize – lo incitó a probarse en Boca. Su velocidad, su talento, su potencia y su gambeta lo hicieron escalar desde la Novena (fue campeón) hasta la Quinta en la que se desempeñaba actualmente con gran calidad en la actualidad. Carlos Bianchi lo observó y de a poco lo fue incluyendo con el plantel principal. Debutó en La Bombonera con la Reserva, para luego pasar a ocupar un lugar en el banco de la Primera. Esta tarde, por las lesiones de Blandi, Silva y Viatri (irá al banco), cumplirá su sueño de ser titular con la camiseta 37 en la espalda.
No será un año más para Di Franco, ya no tendrá que jugar a ser Carlos Tevez o el Pocho Lavezzi, ahora podrá demostrar sus cualidades. Le llegó el momento de brillar.
Fuente: Terra
cristna sikos
16 junio, 2013 at 18:43
Las joyas de boca son bijoterie