Boca el equipo que pierde solo los partidos

Te contamos los detalles detrás de lo que fue otro encuentro del único grande.

El debut de Jorge Almirón no pudo cambiar la ecuación que viene viviendo Boca en todo este 2023. Otra vez el equipo perdió un partido insólito por errores no forzados y ante un rival que, con nada, se llevó los tres puntos. Fue un 0-1 contra San Lorenzo en un encuentro plagado de fatalidades y desconceptos preocupantes.

Una vez más Boca arrancó perdiendo de manera rápida y regalándole un gol a su rival. En esta ocasión fue ante un pelotazo frontal en el que Valdez soltó de manera amateur su marca por una lesión, sin cometerle falta ni intentar tirar la pelota afuera, desborde y centro que, previo desvío en Pol Fernández, dejó sin nada que hacer a Chiquito Romero.

La planificación de Jorge Almirón, con 2 prácticas encima y cambio de sistema mediante, se fue al tacho de manera instantánea por culpa otro error insólito que termina en un rápido gol en contra. A partir de ahí, con todas las limitaciones que viene arrastrando el equipo, Boca intentó con sus armas llegar al empate. Tuvo dos ocasiones claras con Benedetto de protagonista, en jugadas en las que le ganó bien con el cuerpo a Sánchez, pero que definió de pésima manera por apresurarse cuando no correspondía.

Las polémicas no se escaparon del partido, ya que la presencia de Tello como árbitro siempre lo asegura cuando juega Boca. El árbitro no quiso expulsar a Gattoni por un golpe a Chiquito Romero cuando el defensor ya tenía amarilla y le había perdonado otra tarjeta. Esa jugada provocó la protesta de Figal y de Villa, a quienes el árbitro amonestó y condicionó para más adelante. Luego vendría el insólito intento de patada de Sández, que ni siquiera golpeó a su rival, que se fue expulsado y luego sólo sancionado tras la revisión del VAR. Más allá del fallo, el pibe cometió un acto de locura que pudo haber costado carísimo en un momento complicado.

Para el segundo tiempo Almirón reemplazó a Sández por Ramírez, pasando a Boca del 532 a un 433 con Valentini como lateral por izquierda. De nuevo, con limitaciones encima, el equipo fue mejor frente a un San Lorenzo que jamás intentó sostener el resultado con la pelota, ni elevarlo a través de ataques. Justo en ese lapso Figal cometió una falta y fue sancionado con segunda amarilla, siendo la primera la insólita que Tello le sacó por protestar lo que debió ser roja a Gattoni. Así, con uno menos y un 0-1, el Xeneize tenía que intentar remontar un partido complicado.

Almirón sostuvo la línea de 4 con Ramírez de lateral y mandó a la cancha a Merentiel por Benedetto y a Briasco por Langoni. El equipo tuvo una clarísima con un cabezazo de Varela que dio en el ángulo y que, en el rebote, el uruguayo elevó por centímetros. Por su parte, San Lorenzo tuvo una tapada de Chiquito Romero que, debió ser sancionada por offside, y que de milagro no fue el 0-2 por una carambola que incluyó un travesaño y otra tapada del arquero.

Boca perdió un partido increíble ante un rival que no hizo ningún mérito para ganarlo, cometiendo errores infantiles, teniendo graves problemas de inteligencia para resolver situaciones y jugadores de experiencia fallando acciones increíbles por apurarse. Ahora se vendrá Colón con múltiples bajas en la defensa por la roja de Figal y las lesiones de Fabra y Valdez. Habrá que ver si Almirón se define por el 433, que le dio más resultados que la línea de 5 y, lo poco bueno que pudo mostrar de mejoría, sigue creciendo para que se corte la racha, se gane en confianza y el equipo pueda levantar.