Te contamos los detalles detrás de otra gran actuación del único grande.
Boca Juniors goleó a Patronato en Santiago del Estero y se coronó campeón de la Supercopa Argentina 2023. El Xeneize hizo pesar su jerarquía y venció con un gran juego a su adversario. La gran figura de la jornada fue Darío Benedetto, que en su vuelta, marcó un hat-trick.
Había una clara diferencia de realidades entre Patronato y Boca. Los de Paraná aún no habían ganado en la B Nacional y el Xeneize venía en levantada. El equipo de Ibarra tenía la responsabilidad en la previa, pero también la necesidad de no subestimar. Afortunadamente, desde el primer minuto el plantel entendió la consigna y fue justificando lo que sería una victoria clarísima.
Ibarra puso un 433 bien ofensivo con Varela de eje, Equi Fernández de interno junto a Óscar Romero y una delantera eléctrica con Langoni, Villa y la vuelta de Benedetto. La primera chance clara la generaron los extremos, con un gran pase de Luca que el colombiano no pudo concretar por la tapada del arquero Salvá. Luego participaron los tres de arriba, provocando otra gran tapada del 1 de Patronato, aunque en esta ocasión al juvenil delantero del Xeneize.
El miedo pasaba más que nada por las chances desperdiciadas y porque Andrés Merlos, apoyado en el VAR, anuló un penal para Boca por offside de Langoni. Por suerte el equipo nunca dejó de lado la actitud ofensiva y tuvo premio en una segunda jugada de un córner, cuando Benedetto abrió para Figal que, como si fuera un extremo, desbordó y tocó atrás para que el Pipa ponga el 1-0.
El único momento de riesgo para Boca pasó inmediatamente después de la ventaja, en una jugada que Javier García resolvió de gran manera con una tapada abajo. La otra polémica cerró la etapa, con la no expulsión de Nievas en Patronato, jugador que estaba amonestado y que, como pasó contra Vélez, mereció una segunda tarjeta por un patadón de atrás sobre Fabra.
Para el complemento Ibarra sacó a Roncaglia, único jugador amonestado, para poner a Valdez y mejorar aún más la salida de la pelota. Boca se encontró con espacios y no jugó aún más cómodo. Pese a eso, la extensión del resultado vino por medio de una pelota parada: córner de Romero al segundo palo, dudas del arquero y cabezazo goleador de Darío Benedetto para el 2-0.
El Pipa cerró su gran jornada con un triplete. El delantero recibió en el área un pase atrás de Fabra que llegó tras una gran jugada colectiva, que además destacar al nueve, lo hizo al equipo por su gran rendimiento en esta nueva final. El partido se liquidó en esa acción pero pudieron llegar muchísimos más goles para Boca, pero Langoni tuvo tres claras que extrañamente no pudo definir.
Lo mismo pasó cuando Ibarra liquidó los cambios con las entradas de Merentiel por Benedetto, Briasco por Langoni y Medina por Equi Fernández. Sólo fue por culpa de la gran tarea del arquero y la falta de definición que la goleada no fue aún mayor e histórica.
Ganando, gustando y goleando Boca se coronó con justicia como lo que es: el mejor equipo del fútbol argentino y el merecedor de esta estrella 74 con la Supercopa.
