Boca sacó carácter y derrotó a Vélez pese al arbitraje

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Boca Juniors superó por 2-1 a Vélez en Liniers y confirmó su levantada en un partido complicado. Para el Xeneize marcaron Luca Langoni y Nicolás Figal, autores unos gritos que valen mucho por lo que le costó al equipo ganar en una noche donde Yael Falcón Pérez tuvo un pésimo arbitraje.

Ibarra dispuso de un 4312 para el arranque del partido, con un mediocampo en rombo en el que Equi Fernández fue el cinco, Óscar Romero y Pol Fernández los carrileros, y Martín Payero el organizador. Al comiendo del juego a Boca le costó, se vieron fallas en el retroceso y se padeció con la alta presión de Vélez. Ahí, en ese lapso, Chiquito Romero empezó a ser importante con una doble tapada.

La sensación era que Vélez jugaba el partido como una final y que Boca se equivocaba al no presionar. Una vez que el equipo cambió esa postura se cambió el desarrollo. Primero fue con un recuperación en campo rival de Payero que Merentiel transformó en situación de gol con un remate de zurda. Luego vino el 1-0, con un robo del uruguayo, un auto pase, pausa y asistencia para que Luca Langoni – de primera – la cruce y supere a Burián.

A partir de ahí Boca confirmó su mejoría y mereció más. La primera polémica del árbitro Yael Falcón Pérez estuvo en la omisión de la segunda amarilla de Florentín. El jugador de Vélez, que estaba amonestado y ya había hecho otra falta, pisó el pie de Luca Langoni cuando el delantero del Xeneize ya lo había superado por la banda. Tan burdo fue el error del juez que en el entre tiempo el Cacique Medina reemplazó al volante para evitar que finalmente fuera expulsado en la segunda parte. Ibarra también realizó una variante en ese lapso, al poner a Frank Fabra por un dolorido Agustín Sández.

Boca en la segunda parte se retrasó un poco en el campo y se encontró con muchos espacios para la contra. Ahí Hugo Ibarra puso a Sebastián Villa por Martín Payero, pasando a jugar con un 433. En ese momento el Xeneize tuvo el segundo, con un enganche y remate de Merentiel que tapó Burián. Lamentablemente, al poco tiempo llegó la segunda polémica: de un pase que pareció offside de Castro, el línea inventó junto al árbitro una inexistente falta de Fabra. El árbitro además amonestó al lateral y, de esa supuesta infracción, vino un centro que pegó en la mano de Equi Fernández y que culminó en el penal que convirtió Lucas Janson.

Como si fuera poco, al minuto Equi Fernández se fue expulsado por pisar a Castro en una dividida en la que los dos fueron muy fuerte. Si bien acá acertó el árbitro, sus otros fallos complicaron un partido que ya parecía dominado para Boca.

Ya en un contexto desfavorable, Hugo Ibarra reorganizó el equipo con un 441, con los ingresos de Cristian Medina por Luca Langoni, Alan Varela por Pol Fernández y Juan Ramírez por Óscar Romero. Boca no padeció a Vélez pese al jugador menos y gracias a eso siguió con chances de ganarlo.

La victoria vino por pelota parada, siendo el segundo partido consecutivo en el que un córner se transforma en gol, otra vez con Figal de protagonista. En esta ocasión fue con un centro de Villa, un desvío de Medina y el remate por el segundo palo del central. Acá los cambios le sirvieron a Ibarra, ya que dos de los cinco que ingresaron fueron partícipe del grito decisivo.

Ya en el cierre Vélez tiró muchos centros que Chiquito Romero descolgó de gran manera, hasta que finalmente llegó el pitido final que confirmó la segunda victoria consecutiva de Boca. Ahora el equipo descansará y se concentrará en el miércoles, en el que se buscará sumar otro título frente a Patronato por la Supercopa Argentina.