El lateral sigue sin arreglar su vínculo con el Xeneize y por lo que su salida en junio de forma libre es casi un hecho. Te contamos la actualidad del caso.
Uno de los temas que esta nueva dirigencia tomó como prioritario es el trato con los futbolistas surgidos del club. En el último mes muchos futbolistas que en breve quedaban con el pase en su poder han firmado contrato y posteriormente cedidos a diferentes conjuntos para sumar rodaje. A pesar de los esfuerzos del nuevo consejo de fútbol, Santiago Ramos Mingo ha firmado libre con el Barcelona B. El otro jugador que se iría del club sin dejar un peso es Nahuel Molina Lucero.
El oriundo de Embalse, Córdoba, debutó en primera en los inicios del 2016, de la mano de Rodolfo Arruabarrena. En ese semestre sumó un total de 9 encuentros, la mayoría como titular. Con la salida del Vasco, perdió su lugar por lo que se vio obligado a emigrar. En 2018 jugó en Defensa y Justicia y todo 2019 en Rosario Central, pero no amplió su vínculo como es común en estos casos. El conjunto canalla no hizo uso de la opción por su ficha y tuve que volver al club. Desde que se confirmó esto, los dirigentes de Boca negocian con Leo Rodríguez, su representante, una renovación de su vínculo el cual finaliza a mediados de este año.
En diálogo con «La Oral Deportiva», Jorge Amor Ameal fue contundente: «Hay empresarios que no son serios y aconsejan mal a Nahuel Molina Lucero«. Boca le ofreció una mejora económica al jugador y mientras se arregle su situación decidieron que sea parte del plantel de Reserva pero que no realice fútbol de manera oficial. Por este motivo, el lateral no fue parte de los duelos ante Independiente y Talleres.
Esta situación ya lleva casi dos semanas sin resolverse, por lo que es casi un hecho que el futbolista quedará colgado hasta finales de junio y se irá con el pase en su poder si esto no cambia. Sin dudas esta es una decisión muy errada por parte del jugador y su entorno, más viendo el lugar que le estaba dando Miguel Ángel Russo, quien hasta lo pensaba de titular.
Alejandro
6 febrero, 2020 at 09:20
Pregunta, ¿Es muy grande la diferencia entre lo que pretende el jugador y lo que el club le ofrece?
En la nota dice que el error es solamente por parte del representante y del jugador pero, ¿Por qué el club está tan firme en su decisión de no negociar?
Meta
6 febrero, 2020 at 18:28
Es raro que no quiera jugar en Boca no?