Danza de centrales

Te contamos los detalles detrás de lo que es una noticia importante para el único grande.

Boca Juniors coronó un gran 2022 en el que sumó los dos títulos locales en disputa. Además, el Xeneize se quedó con el par de Superclásicos que se disputaron, consiguiendo algo que no ocurría desde hace muchos años. Pero ese éxito el plantel y el cuerpo técnico tuvieron que afrontar dificultades por la enorme exigencia del calendario, una que repercutió en múltiples lesiones y sanciones que provocaron bajas que afectaron especialmente en el puesto de marcador central.

La lesión ligamentaria de Marcos Rojo fue parte de esa seguidilla de bajas de peso que sufrió Boca en defensa. El capitán tuvo que ser operado y se estima que podrá regresar a partir de abril o mayo del 2023. Su ausencia es tan grande como su importancia dentro del campo. Una que, más allá de su peso individual, se agrava porque Nicolás Figal, Carlos Zambrano y Gabriel Aranda suelen tener tendencias a tener lesiones leves que los quitan de la rotación. Por otro lado, Facundo Roncaglia padeció el cierre del semestre, exponiendo la falta de una pretemporada en su regreso al club. Todo este contexto obliga a la dirigencia a realizar una danza de centrales pensando en reforzar la zona en la próxima temporada.

Boca está decidido a traer sí o sí un central zurdo. Walter Kannemann y William Tesillo fueron dos de los primeros nombres en salir. En el caso del primero, es un defensor que Juan Román Riquelme ha elogiado desde hace años, que ha sido figura en el Gremio de Brasil y que queda libre a fin de año. Si bien en off se sabe que el central es hincha del Xeneize, no es fácil traerlo por su elevadísimo contrato y porque tiene un perfil que le permite seguir por muchos años si él desea en aquella liga u otra parecida en la que lo económico no sea un problema. Por el otro lado, el colombiano fue recomendado por el Patrón Bermúdez en su momento y es parte del plantel del León de México. Con 32 años, tiene además la posibilidad de ser eventualmente lateral por izquierda si así lo requiere el partido. Su vínculo con el conjunto azteca culmina a mitad del 2023 y eso podría ser una ventaja.

Otros futbolistas tanteados por Boca son del fútbol local. El único zurdo de la lista es Lucas Merolla, capitán de Huracán que ha tenido conversaciones con el CDF. Riquelme también dialogó con su par del Globo, pero se asustó ante la delirante cifra que le reclamaron por un futbolista que en junio podría llegar libre al Xeneize. Aún así, es uno de los que se mantiene con chances de llegar, en especial porque los de La Quema aún adeudan pagos por el pase de Franco Cristaldo.

En Defensa y Justicia hay otros dos jugadores que interesan. Por un lado está Adonis Frías, quien no llegó en junio sólo porque Defensa pidió fortunas aún sabiendo el deseo del jugador y que a mitad del 2023 seguramente se vaya libre. El central se siente más cómodo jugando como primero y no tanto de seis, pero aún así interesa. El otro que puede venir es su compañero de dupla, Nazareno Colombo, quien pese a ser derecho, brilla actuando a pierna cambiada. Los dos se destacan por su rol defensivo, pero también por su enorme capacidad para jugar con la pelota en los pies.

Más allá de las posibles altas, Boca está negociando con Carlos Zambrano para renovarle su contrato. El peruano vence su vínculo a fines del 2023, pero tiene una cláusula de salida a fines de este año que el club quiere evitar, asegurándose por varias temporadas su presencia. También, la dirigencia está analizando qué hará con Gabriel Aranda, quien cumplirá 22 años la próxima temporada y necesita jugar. También analizarán a otros juveniles que regresan de préstamo y que tendrán ganas de sumar una chance en el Xeneize.