De otra galaxia

Boca Juniors le ganó a Tigre gracias a las atajadas de Orion y a un golazo de Juan Román Riquelme. Una victoria inmerecida pero que sirve para ganar confianza y ver cada vez más cerca la Copa Sudamericana.

Lo quieren retirar, lo tratan de viejo, de mala persona y de ser el culpable de todos los defectos de Boca. Pero el tipo está ahí, bancándose el destrato de los medios, de los dirigentes y de algunos hinchas, solo porque quiere a la camiseta. Riquelme hizo otro milagro: marcó un golazo de afuera del área para que el Xeneize derrote a Tigre en el último minuto, en otro partido para el olvido de su equipo. Gracias Román, por querer tanto al club. Sos de otra galaxia.

El triunfo alegró el sabor de un domingo que volvía a ser de bronca y angustia. Pero que el resultado y la maravilla del diez no tapen la realidad, Boca volvió a jugar muy mal y hay algunos jugadores que simplemente no tienen la jerarquía para vestir la camiseta del más grande.

Solo los primeros 20 minutos, en los que Riquelme logró juntarse con Acosta, sirvieron de ilusión y de conformidad. El resto fue apatía y una falta de identidad alarmante que no terminó en tragedia por las grandes salvadas de Agustín Orion, el otro héroe de la noche.

Se ganó y sirve para ganar confianza, para volver a festejar y para acercarse a la clasificación a la Sudamericana. Pero aún resta muchísimo por mejorar.