Boca Juniors goleó a Banfield y se aseguró el pase a octavos de final en la Copa Argentina. Tevez anotó su primer gol tras su regreso y fue la gran figura.
La otra cara de la moneda también fue expuesta y muestra el crecimiento del equipo desde el regreso del ídolo. Tras dejar el corazón en Córdoba al ganar un partido bravo con dos jugadores menos, Boca sacó a relucir su lado más vistoso y goleó a Banfield por 3-0 para avanzar a los octavos de la Copa Argentina. Tevez, que marcó por primera vez desde su vuelta, hizo el tercero de tiro libre y fue la gran figura de una noche llena de fútbol.
Presión alta, posesión, cambio de ritmo y un ataque feroz. Boca desplegó su mejor imagen y no dejó dudas ante un Banfield que amenazaba con ser un rival digno. Sólo en los primeros minutos, cuando Cuero le ganaba a Monzón y Castillón se aprovechaba para estrellar el travesaño frente a un dormido Peruzzi, el equipo de Almeyda llevó peligro. Luego todo fue del azul y oro, que abrió el partido tras un remate de Tevez en el que Bologna dio un mal rebote y Pérez mandó al fondo de la red.
Con el 1-0 en su favor Boca dominó la pelota, generó las mejores situaciones y dejó a Banfield sin recursos para volver a meterse en el partido. Por si fuera poco, el equipo de Arruabarrena supo golpear en los momentos justos, que anotó el segundo gol a minutos de terminarse la primera etapa: tras una jugada rápida en una pelota quieta, Monzón tiró una pared con Tevez y envió un centro al área que Pérez controló y tocó para un Calleri que, apenas entrando al área, no falló ante Bologna.
Todo el complemento fue para el lucimiento de Boca. La diferencia en cancha fue tan abismal que pareció que al partido le sobró más de media hora de juego. Aún así, todo el segundo tiempo valió sólo por las sensaciones que trasmitió el primer gol de Carlos Tevez desde su vuelta. El Apache se paró de frente a un tiro libre cerca del área y la clavó abajo y con precisión – abajo – en el palo de un Bologna que sólo podía mirar. El 10 anotó su grito 39 con la camiseta azul y oro, siendo éste su bautismo en el Xeneize al marcar desde pelota quieta.
La roja a Bianchi Arce – patadón a Calleri – y los cambios sirvieron para que el partido se terminara entre los gritos de «ole» de los hinchas y la ovación final para un Tevez que trajo de nuevo la ilusión a La Boca. El Xeneize ganó, gustó y goleó; ahora se viene Guaraní Franco en los octavos de final.
