El equipo alternativo del Xeneize le jugó de igual a igual a un conjunto experimentado como es el del Globo. El árbitro Mariano González fue determinante en el resultado.
Boca Juniors igualó 0-0 frente a Huracán en La Bombonera. El empate fue condicionado por la presencia de una formación Xeneize rodeada de pibes que se midieron contra un plantel que llegó a estar entre los 16 mejores de América en la actual Libertadores. Pero, más allá de la diferencia de experiencia, fue el juez Mariano González quien con sus decisiones evitó el triunfo local.
Aburrido y con pocas emociones, los chicos de Boca Juniors lograron al menos que no se notara la enorme distancia de rodaje entre ambos equipos. Chicco fue correcto con su pase y se mostró siempre como el 5 por detrás de un Erbes que se adelantó mas en el campo. Messidoro jugó de 8 y trató de aportar juego por la banda pese a que su puesto es el de delantero. Molina Lucero siempre fue salida, aunque a veces pecó por apresurado en los centros. Por último, Benegas, buscó presionar a los rivales y anotó un golazo de volea que no fue convalidado por una inexistente falta en ataque que cobró el árbitro.
El juez, Mariano González, merece un párrafo aparte. No solo desentonó al tres veces tener que detener el partido junto a sus compañeros de terna por los problemas con sus intercomunicadores. Además anuló dos goles lícitos para Boca: uno de Silva por un inexistente offside (habilitaba San Román) y otro a Benegas por una falta sobre Mancinelli que nunca ocurrió.
Pese al bajo nivel, en Boca se destaca la enorme labor de Fernando Tobio, que anuló completamente a un delantero tan peligroso como es Wanchope Ábila. También merece ser mencionados los regresos de Colazo y Bentancur luego de sus lesiones.
El 0-0 pasará rápidamente al olvido en la memoria de los hinchas, que colmaron una Bombonera que no jugaba por nada más que el orgullo y que a lo largo de toda la tarde rezó con fuerza pensando en Nacional: ¡Queremos la Copa!
