El Pichi volvió de dos años a préstamo en Brasil para intentar demostrar porque Boca confió en él. El Virrey lo tienen en cuenta y sueña con recuperar a ese joven talentoso que brilló en Vélez Sárfield.
Damián Escudero, hijo del histórico Osvaldo que jugó en el Boca campeón del 81, volvió al club cuando muy pocos recordaban que pertenecía al Xeneize. El jugador tenía la intención de renovar su préstamo con el Atlético Mineiro, club en el que jugó su último año, pero la llegada del Virrey, y las intenciones del técnico de retenerlo para poder explotar su talento, hicieron que el Pichi se quede a la pretemporada para luchar por un lugar.
Delantero o mediapunta, Escudero es un zurdo de gran habilidad y endemoniada cintura. Salió de Vélez , y surgió como uno de los jugadores más prometedores del fútbol argentino. Se fue a España para jugar poco y nada en el Valladolid y Villarreal. Boca lo compró y apostó a recuperarlo, pero la inactividad, las lesiones y su bajo rendimiento no lo ayudaron. Ahí es que fue cedido un año al Gremio y otro al Mineiro. En esos equipos logró tener una actuación destacada, jugando mucho y metiendo goles.
Boca entonces encuentra un refuerzo que nadie tenía en los papeles. Un jugador que si está bien, podrá aportar desequilibrio y gambeta, algo que no suele abundar por la Argentina en los últimos tiempos. A soñar con que Bianchi haga frotar otra vez su lámpara mágica y recupere a ese prometedor diamante en bruto. Tiene 25 años, el tiempo está a favor de Escudero, esperemos que esta vez pueda demostrar todo lo que lleva adentro.
