Ya lo había dicho Riquelme «Boca es el mismo pero ahora sufre con los tiros libres», Tigre en dos foules derrotó al Xeneize y le sacó un largo invicto como visitante. Falcioni se fue muy caliente con Laverni y los jugadores terminaron a las trompadas con la hinchada local.
Como lo habiamos dicho en la previa, la última vez que Boca no jugó con enganche utilizó tres delanteros. Todo parecía indicar que esta vez el Xeneize saldría a la cancha con un 4-4-2. Falcioni sorprendió y quiso aprovechar el momento de Mouche antes la linea de tres que dispondría Tigre. El cambió no terminó funcionando, el delantero no fue punta, ni volante, su velocidad no pudo ser explotada, se lo vio perdido e incómodo. Caerle al técnico sería fácil, pero en la idea original su estrategia no estaba mal, quizás debió limitar más la función del ex-Arsenal.
De entrada quedó claro que los dos equipos querían ganar, cada pelota trabada o cruce, eran con el máximo rigor. Silva fue lo mejor de Boca a lo largo del partido, terminó siendo el generador y el que debía finalizar la jugada, por momentos se vistió de Patorozú. Erviti y Somoza no condujeron, Ledesma se dedicó al desgaste, Cvitanich sufrió golpes y se fue del partido al sentirse ignorado por el árbitro.
Tigre apenas atacó, alguna jugada esporádica de Luna, y siempre de contra. El gol de tiro libre de Cachete Morales fue una de las primeras polémicas del juego. ¿Hubo foul al Chino, o simuló? el enganche del Matador le pegó con maestría al palo de Orion, otra vez el arquero falla a la hora adivinar la intención del pateador. Un par de faltas descalificadoras apenas sancionadas por Laverni, un offside mal cobrado, hicieron que el técnico boquense estalle de ira en el entre tiempo.
En la segunda mitad Boca empezó a inclinar la cancha. Somoza creció en su rendimiento y Erviti participó más del circuito de pases. Silva seguía empujando, mientras Clemente y Mouche conectaban con mayor frecuencia. Arruabarrena intentó cerrar el partido con el ingreso de Gastón Díaz, formando dos lineas de cuatro y liberando al Patito Galmarini en ataque.
En el ímpetu de buscar el triunfo, el Xeneize dejaba espacios que eran aprovechados por el Matador. El uruguayo se calzó la camiseta de héroe y forzó una enorme atajada de García. De un corner generó otro con un cabezazo suyo, y de allí salió el envió, que tras un rebote, le quedó a Insaurralde para convertir el empate.
El árbitro volvería a ser foco al anulerle un gol a Ledesma por mano. Todavía quedan dudas de si la pelota le pega en el brazo u en otra parte de su cuerpo, y aún es más complicado saber si la intención del volante era utilizar esa parte de su cuerpo para quedarse con el balón.
Faltando minutos para que termine el encuentro, otra discutida sanción de Laverni, cobró una infracción de Franco Sosa que hizo estallar el banco de Falcioni. Centro cerrado de Gastón Díaz, desvió involuntario de Schiavi y gol de Tigre. Boca se encontraba perdiendo con dos goles de pelota parada. En el último minuto Insaurralde tuvo el empate pero la pelota fue sacada de la linea. No hubo milagro bostero.
La derrota cortó con una extensa racha de partidos invictos como visitantes y además permitió que Newells alcance la cima de posiciones junto a Boca. El miercoles toca Zamora en la Bombonera por la Libertadores y el domingo en Córdoba contra Belgrano.
Al finalizar el partido los jugadores Xeneizes tuvieron un conflicto con la parcialidad de Tigre. A la salida del estadio del Matador, los visitantes deben salir por una calle perpendicular al estadio. La policía no tenía/quería aportar la seguridad necesaria para que el plantel pudiese subirse al micro. Después de esperar los jugadores decidieron ir igualmente hacia el ómnibus, entre las gastadas y agresiones, Silva, Schiavi y compañía se bajaron del colectivo y comenzaron a golpearse con los hinchas. Ahí apareció la seguridad, disparando balas de goma, para separar. Una vergüenza más de las organizaciones deportivas.