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Torneo Inicial

La fiesta del 10

En la vuelta de Juan Román Riquelme, Boca volvió a jugar muy bien y superó con claridad a Quilmes por 2-0 gracias a un doblete de Emmanuel Gigliotti.  La sociedad del enganche con Gago funcionó a la perfección.

Siempre es un placer para los ojos ver al enganche de Boca Junirs jugar al fútbol. Pese a que los detractores eternos sigan vendiendo diarios y llenando horas de televisión y radio inventando excusas y falacias para decir que ya no puede jugar al fútbol. Riquelme continúa agigantando su leyenda e idolatría. Román regresó tras una lesion y fue la figura del triunfo del Xeneize por 2-0 frente a Quilmes. Justo en el día que él se convirtió, junto a Marzolini, en el futbolista de toda la historia con más partidos jugados en la Bombonera. Hoy otra vez fue la fiesta del 10.

Pese al gran partido, no todo es alegría para Boca. Al inicio del juego, cuando ni siquiera iban dos minutos, Ribair Rodríguez debió irse del campo de juego con un fuerte dolor en su aductor derecho.  Otra vez las lesiones aparecieron para complicar los planes de Bianchi y del plantel. El uruguayo se fue bajo una ovación del público y siendo reemplazado por Matías Caruzzo. Recién arrancado el encuentro, había que barajar de nuevo.

La realidad es que a Boca le costó encontrarse en los primeros minutos. Tras la lesión de Ribair, el fantasma del Súperclasico comenzó a rondar el inconsciente de los jugadores Xeneizes, que sin quererlo, se mostraban algo desconcentrados. Esto, más una fricción exagerada por parte de los jugadores de Quilmes, hacía que el buen juego esperado no apareciera.

Román sabía que era su día, que la gente ya le había demostrado una vez su eterno cariño y que era él quien tenía que cambiar la historia. Riquelme de a poco comenzó a aparecer por cada sector de la cancha, buscando a Gago y encontrando un buen feedback futbolero por parte del cinco. En su primer encuentro, provocaron una media vuelta de Gigliotti que Peratta tapó con dificultad.  Minutos después se repetiría la historia pero con un mejor resultado: Sánchez Miño profundizó con un pase y encontró al 10 en tres cuartos de cancha. Éste, en un sólo movimiento, controló la pelota con una pierna, giró y habilitó con la otra al centro delantero para que, con un disparo cruzado, convierta el 1-0. El Puma fue el primero en darse cuenta de la genialidad del capitán, gritó el gol fue corriendo a señalándolo por su gran asistencia. La Bombonera no tardó en notar este detalle y ovacionó una vez más al ídolo.

Si las lesiones son un problema para Boca, la falta de eficacia también lo es. La poca capacidad de concretar las múltiples ocasiones que genera, hacen que el equipo sufra por la poca superioridad que demuestra en el resultado. Así volvió  a pasar, pese a que Gago y Riquelme dejaron en más de una ocasión a sus compañeros de frente a  Peratta, entre el palo, un defensor sobre la línea, o la poca puntería, el Xeneize desperdició situaciones dejándole a Quilmes la esperanza de la igualdad. Recién en los minutos finales, tras un gran recupero del cinco y un gran centro de Sánchez Miño, Gigliotti marcó el segundo gol para cerrar el partido.

Boca volvió a ganar, jugando muy bien y teniendo a Riquelme como figura, con Gago demostrando su chapa de crack, con un Ledesma que fue el equilibrio, con un Méndez rendidor en cada posición en la que juega y con Gigliotti como goleador. Con todas esas armas el Xeneize va por River, buscando hacer un nuevo silencio atroz en el Monumental.

1 Comment

1 Comment

  1. cristina sikos

    30 septiembre, 2013 at 10:37

    Es cierto : si hay alguien que es cascoteado a muerte es Roman,el equivalente al amor de los hinchas,pero cuando aparece su magia,nadie deja de hablar de su talento.
    Hoy todos hablan de Roman ,de su talento…me pregunto por que si lo saben para que gastan en mentir ???

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