Como siempre, Diario Xeneize te muestra los puntos a tener en cuenta que pueden definir o desequilibrar el partido.
Carlinhos y los laterales brasileros: el zurdo fue una complicación constante en el partido de Brasil por la zona de grupos. Velocidad, potencia, habilidad, Carlinhos es un gran jugador que atacará a Rivero, Roncaglia permanentemente. Falcioni habrá estudiado cómo frenarlo. Quizás rotando a Riquelme y a Mouche por su sector para que no suba con tranquilidad.
Las ausencias: Valencia, Diguinho, Wellington Nem, Fred y Deco por un lado; Somoza, Ledesma, Silva por el otro. Los dos equipos llegan con varias piezas fundamentales que no podrán jugar por lesión. Desde lo táctico y también por nombres, estará en cada técnico el cómo solucionar y reemplazar estos jugadores.
Noches románticas: Ya lo avisamos, si usted es un asiduo lector de Diario Xeneize no se enoje, en el fondo usted debe pensar como nosotros. Sí, otra vez Riquelme es una clave para el partido, y lo seguirá siendo según Boca avance en la copa. Todos los hinchas de Boca saben lo que significa el 10, y sobre todo en esta competencia. Esperemos maravillarnos con otra de sus funciones y que el equipo logre un gran resultado para la vuelta.
Cvitanich: Sin Silva y con Blandi en el banco, Dario tendrá la misión de ser el centro delantero del equipo. Con otras características, pero con buen juego aéreo, él será el objetivo para terminar las jugadas. Junto con Mouche hacen una dupla más rápida, ideal para atacar a los centrales con pelota dominada.
La pelota parada: este es uno de los puntos fuertes de ellos, y un gran déficit del equipo en este semestre. Ellos no cuentan con Fred que es uno de los que más lo aprovecha, y no estará Deco para pegarle al balón. Boca sin Silva y Somoza pierde altura para defender de arriba, Cvitanich, Erbes son buenos cabeceadores, pero tienen menos altura que los otros. Riquelme es uno de los mejores ejecutores del mundo y la carta del Xeneize, cómo en el gol de Insaurralde ante Unión Española, el enganche puede inventar un gol de cualquier sitio.
Lo psicológico: hay que pensar el partido como una serie de 180 minutos, ir en búsqueda del partido pero con tranquilidad. Puede ocurrir cualquier cosa y no ir desesperado, ni desordenado, a modificar las situaciones. Habrá que tener paciencia, pensar el partido, e imponer el juego. El que se desconcentre y enloquezca perderá.
