El árbitro expulsó mal a Roncaglia durante el primer tiempo y cambió el partido. Boca nunca dejó que se notara el hombre de menos, pero no pudo convertir y empató con Vélez. Ahora la punta es de Newells que lleva dos puntos.
Otra vez la misma historia, de nuevo Boca se queda en su cancha con un jugador menos y en el primer tiempo. Loustau tuvo un pésimo arbitraje y exageró con la sanción sobre Roncaglia. El árbitro aún sufre de las críticas que recibió por el súper clásico del Clausura 2011, cada vez que debe dirigir al Xeneize, expresa una severidad inusual. Es hora de que la dirigencia se haga escuchar en la A.F.A y deje de dar notas en la prensa, ya son demasiados fallos en contra para un sólo torneo.
Falcioni decidió jugarsela por los titulares, aún con el inminente duelo por cuartos de final. Gareca por su parte obró con la misma metodología. Los dos equipos pusieron lo mejor dentro de lo que tenían disponible. Hasta la expulsión era un partido cerrado, con muchas infracciones, y casi ninguna situación de gol. Los dos equipos parecían estar cansados o cuidándose en cada detalle, la Libertadores no es tan fácil de ignorar.
Riquelme y Schiavi se calentaron, la expulsión injusta de Roncaglia los sacó. En la segunda etapa se vio otra inyección anímica, Boca salió con una actitud dominante y se hizo amo del duelo. El Flaco fue la seguridad, y Román la esperanza, los dos fueron los bastiones del equipo a la hora de soñar con los tres puntos. Mouche erró un cabezazo increíble que debió ser el 1 a 0, Barovero le tapó un par de remates al 10. Vélez apenas tuvo una situación con Óbolo, que vino de una infracción no cobrada al capitán de Boca.
Gareca movió piezas, puso al Burrito Martínez, Bella, pero Falcioni lo anuló sacando a Cvitanich y poniendo a Franco Sosa. Erbes jugó un enorme partido, robando en propio campo y en territorio rival. Sánchez Miño siguió demostrando que en su pierna zurda tiene la llave de un artista, para abrir cerrojos con creatividad y talento. Pero faltó, se notó la ausencia de Erviti, la falta de un hombre más, que Rivero y Clemente aún están bajos. Aunque todos quedaron seguros de una cosa, Boca salió ganando en este duelo, dejando la impresión de que con once el partido se ganaba seguro. Y sí, Loustau decidió.
