Boca ganaba y se ponía a un punto de Newell’s gracias a un gol de Gigliotti. Pero en el segundo tiempo el equipo se tiró muy atras y dejó escapar dos puntos claves para la lucha por el título.
Tarde gris y con final caliente. Boca dejó escapar una gran oportunidad de quedar transitoriamente a un punto de Newell’s para meterle presión de antes de que jueguen con River en Rosario. El equipo Xeneize comenzó ganando con un nuevo gol de Emmanuel Gigliotti (lleva 5 tantos en la misma cantidad de encuentros como titular) y se encaminaba al tercer triunfo consecutivo. Pero tras unos cambios equivocados de Bianchi, y una actitud equivocada de los jugadores, llegó un gol merecido para Central por medio de Abreu para el 1-1 final.
Hubo dos momentos claves en el partido. El primero fue el cambio del Virrey de Bravo por Martínez, cambiando el esquema y dejando muy aislados a Román y Gigliotti. El segundo fue la detención del partido por las cargadas hacia River Plate por parte de los hinchas. Tras la reanudación el equipo quedó muy metido atrás y sufrió constantes situaciones de Central, como los dos tiros en los palos por parte de Luna y Niel.
Ni los constantes gritos de Riquelme, notablemente enfurecido, servían para que el equipo se adelantase en el campo y volviera a presionar a los rosarinos para complicarlos como en la primera parte. Boca se mantuvo dormido y sufrió el empate final.
Son dos puntos que duelen, pero que no marca el destino. Aún quedan ocho fechas y mucho camino por andar.
