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Declaraciones

Russo y un elogio gigante para el hincha de Boca

Te compartimos la palabra del entrenador del último campeón del fútbol argentino.

En medio de los idas y vueltas para volver a los entrenamientos, Miguel tocó todos los temas posibles en esta extensa charla. Mira lo que dijo en la revista digital oficial de Boca:

En este 2020 el DT retornó al club, a 13 años de su salida, y en poco tiempo le devolvió confianza al plantel y le ganó en un impresionante sprint final el campeonato a River. Fueron tres meses intensos coronados con el triunfo ante Gimnasia.
-El equipo estaba muy bien, había arrancado goleando en la Copa de Superliga, tenía un empate en Venezuela y un triunfo en la Bombonera, para empezar a soñar otra vez con la Libertadores, pero pasó lo que nadie imaginaba. Una pandemia. El mundo parado. El fútbol parado… Lo tomo con paciencia, obedeciendo las indicaciones médicas y disfrutando momentos con la familia, algo que no es habitual para quienes trabajamos en esto. Es una situación inédita, de incertidumbre, pero hay que cumplir al pie de la letra las medidas del Gobierno. No hay nada más importante que la salud y de eso puedo hablar porque mi vida así me lo enseñó. El fútbol volverá cuando corresponda, hay otras prioridades.

-¿Cómo enfrentás la situación?
-Con mucho respeto. Hablo con amigos del fútbol que viven en España e Italia y los escucho con angustia, lo cual fortalece la convicción de que hay que quedarse en casa. Porque este virus produce muchas muertes.

-¿Te preocupa más cómo se vuelve?
-No me preocupa porque estamos todos iguales con el aislamiento. Es cierto que en Boca nos encontró en un momento muy bueno, en cuanto a la forma de jugar y al desarrollo del estilo. El cuándo se vuelve lo determinarán el Gobierno y los dirigentes. El cómo no tengo dudas que será de cero, con el tiempo suficiente para la preparación de los equipos. Las principales ligas europeas volvieron luego de un período para ponerse a punto y con todos los protocolos necesarios. La mayoría de las ligas de Sudamérica también volvieron a los entrenamientos cumpliendo los protocolos. Cuando se vuelva a jugar vamos a tener un calendario apretado y hay que prepararse.

-¿Cómo se maneja un grupo de futbolistas que se entrena por zoom frente a una computadora?
-En esta situación uno no se puede plantear progresar, el objetivo es mantenerse. Es un error creer que cuando se vuelva a entrenar, después de tres semanas de ensayo colectivo, voy a arrancar como terminé jugando. Va a costar, por eso el mantenimiento físico y el equilibrio anímico son fundamentales. Leandro Somoza, Mariano Herrón y los profes, Damián Lanatta y Alejandro Blasco, están en contacto con los jugadores. También los médicos están atentos. Yo hablo con los que estaban lesionados, para ver cómo andan. Por suerte este tiempo permitió que se recuperen Licha López y Zambrano. Hablo con todos buscando la forma de ayudarlos porque es una etapa difícil. Para nosotros y para ellos.

-La intensidad del calendario y la pandemia casi no les permitieron disfrutar del título.
-No, lo disfruté. Y mucho, porque fue todo intenso. Fue un torneo de siete fechas muy duro, sin margen de error por ser tan corto. Lo disfruté porque la apuesta era grande, ya que no es fácil ganar con tanta presión. Por eso destaco a los jugadores que supieron adaptarse rápido a las circunstancias y lo resolvieron con juego, alcanzando un nivel alto y eficaz. Boca salió campeón con mucho carácter y juego, una mixtura que no es fácil de conseguir.

-¿Qué hizo que todo se acomodara tan pronto?
-Boca tiene gente de fútbol que además es del club y lo conoce bien. Desde la importancia decisiva de Román, quien me convocó, más el Chelo, el Patrón, Cascini y los muchachos que trabajan en las Inferiores. Con la gente de fútbol todo es más rápido y sencillo, porque conocen el club, los medios, las formas, la idiosincrasia… Boca es especial.

-¿Cómo fue la última semana de la preparación?
-No fue diferente a las que veníamos viviendo. Sabíamos que teníamos que ganar, era la única alternativa. En todas las semanas hablábamos de qué mejorar con respecto al partido anterior. Ya habíamos empezado a jugar Copa. Veníamos de un viaje a Venezuela y teníamos Copa también después del último partido. Pero nosotros no cambiamos.

-¿Cómo lograron que mejorara el rendimiento la mayoría?
-Nosotros solo ayudamos. El mérito es de ellos. Cuando llegamos hablamos mucho con todos, les dijimos lo que queríamos y les dimos la confianza. Después ya son ellos. Carlos recuperó su nivel, su alegría y su forma. Me ha tocado con muchos jugadores. Por ejemplo, a Pol Fernández lo había llevado a Central, lo conocía y creo que en el lugar que juega es donde más le gusta y se siente cómodo. Hay que buscar el mejor lugar para cada uno, eso aumenta el rendimiento colectivo.

-¿Cuál fue el partido que más te gustó?
-En cada partido hubo momentos que me gustaron. Rescato cosas con Independiente, cuando quedamos con 10. Quizás el de Talleres fue bueno, porque veníamos de empatar y allí empezó a aparecer el equipo. También me gustó el 4-0 en Santiago del Estero.

-Supiste explotar cualidades de grandes jugadores en su última etapa. A Palma en Central lo retrasaste unos metros, a Riquelme rodeándolo en el Boca 2007, ahora con Tevez… ¿Les preguntás cómo querés jugar o cómo te querés retirar?
-También me pasó con Víctor Hugo Castañeda en Chile o Gambier en Lanús, entre otros. Más que mérito mío es virtud de ellos, porque uno los ayuda a potenciar sus grandes condiciones. Ellos tienen la inteligencia para comprender y adaptarse. En el caso de Tevez, que es el más reciente, puso todo de sí. Es una persona muy inteligente a la que hay que proveer de los minutos necesarios. Y como Boca juega fuerte por las bandas, eso a él también lo ayudó a ensamblar su capacidad indiscutible. En el fútbol no hay una sola manera y el valor de Boca fue haber encontrado rápido las asociaciones: Buffarini-Salvio, Fabra-Villa, Campuzano-Pol, Tevez-Soldano, Izquierdoz-Alonso y así el resto.

-¿Cuántas cábalas tenés?
-No las llamo cábalas. Tengo unas costumbres, no muchas. Uno las va dejando de lado. Lo que sí quiero es quedarme un tiempo largo.

-¿Qué cambió del Russo 2007 al actual?
-Tengo más años, ja ja… Sigo teniendo los mismos objetivos. Uno busca meterse en el grupo. La vida social argentina ha cambiado y uno tiene que cambiar. La sociedad es distinta, los jóvenes son distintos. Manejan otras cosas y uno tiene que ir acomodándose, respetando una esencia. Y como entrenador siempre lo digo: las diferentes formas dependen de los jugadores.

-¿Cómo es la relación con Riquelme?
-La de siempre. Lo único que él ahora es dirigente. Hablamos de fútbol permanentemente, como corresponde. Cuando uno es gente de fútbol, habla de eso. Me hace bien a mí, a Román y a todo Boca.

-Es inevitable hablar del 2007, de ganar la Copa con Boca.
-En Sudamérica es el galardón más alto a nivel de clubes. Boca la jugó muchas veces y solo tres técnicos la han ganado. Estar en ese podio me gusta mucho, me encanta. Como entrenador fue lo mejor que me pasó en la vida. Más allá de buscar cosas nuevas, esas son las que te marcan el destino. Dios me puso esta camiseta por delante.

-¿Es más difícil hoy que hace 13 años?
-Cambió. No diría que es más competitiva ahora o lo era antes. No hay fórmula ni receta. Hay que estar tranquilo, sentirse cómodo, saber cómo jugar de visitante y cómo de local. Es algo que se traslada, que se transmite. Boca tiene experiencia y gente para eso.

-Riquelme fue el mejor en la Copa 2007, ¿ quién lo siguió?
-Es difícil elegir a uno. Palacio y Palermo tuvieron un nivel muy alto. Banega también, Cardozo… En definitiva era el equipo, no me quiero olvidar de ninguno. Los que no eran titulares ayudaban muchísimo, como Battaglia y Guillermo. Tener un buen equipo enriqueció la figura de Román. Buscar las asociaciones entre ellos mismos no es simple, lleva un tiempo. Esa vez lo conseguimos rápido, como ahora.

-¿Cuando llegaste ya era el gran objetivo la Libertadores?
-Boca se había acostumbrado a ganarla en su ciclo más exitoso. Nosotros habíamos hecho un muy buen trabajo en Tandil, en la pretemporada, pero nos faltaba algo. Se dio la oportunidad de Román y luché mucho para traerlo. Sabía que me podía cambiar lo que fal taba. Él venía golpeado del Mundial de Alemania, del Villarreal con Pellegrini, y entendí que era el momento de salir otra vez. Él también lo entendió así. Boca era un lugar seguro para él, donde iba a estar tranquilo. Fue difícil el comienzo de la zona, parecía que era todo de visitante. Teníamos la Bombonera suspendida. Y no es lo mismo ser local en otro lado. Nos tocó tres veces en la altura y se nos complicó, pero en esa situación lí mite apareció el equipo. Boca dio la máxima expresión de juego y carácter en los peores momentos.

-Fueron de menor a mayor.
-Sí. Y en los cruces los jugadores respondieron cuando mayor fue la obligación. Perdíamos 2 a 0 en la cancha de Vélez y Román metió un gol de córner, pero lo echaron a Ledesma y nos costó mucho por que Pablo era importante en el trabajo entre ataque y defensa. Con Libertad fue una de las mejores actuaciones como vi sitante. Román, que estaba con una molestia, jugó un gran partido y nos trajimos un triunfo importantísimo en todo sentido. El equipo seguía creciendo y a mí me costaba elegir los 11.

-¿Qué recordás de la noche deneblina frente a Cúcuta?
-Había muchas dudas por el clima. Se jugaba, no se jugaba… El referí decidió que sí y jugamos. Nosotros estába mos bien y la Bombonera empujaba. En esas circunstancias la gente de Boca se eleva. Fue un partido duro y lo sacamos adelante.

-¿Y la final?
-A una final el rival llega con los mismos méritos que vos. Además, a un equipo de brasil uno siempre le tiene respeto. Mi historia con Gremio viene del 83 con Estudiantes, yo como jugador. El destino y la vida quisieron que me volviera a tocar. Estaba muy seguro de Boca. Logramos una diferencia importante en casa, viajamos con tranquilidad, jugamos un buen partido y la gente de Gremio se fue 20 minutos antes del estadio. Un equipo que en esa instancia se impone con un global de 5 a 0 marca la superioridad sobre el resto. Ese fue uno de los mejores equipos que tuve, con grandes futbolistas, convencidos, y un Román, en su máximo nivel. Pocas veces he visto jugar finales de esa manera, aunque él ha tenido injerencia en otras. Contra Real Madrid, nada menos… Aquella noche en Porto Alegre no le podían sacar la pelota. Y estuvo respaldado por una máxima expresión de equipo, por eso Boca logró una diferencia global máxima en finales de Libertadores. El club venía acostumbrado a ganar y en ese momento quizás fue una copa más. Pero no… Para mí es un acontecimiento muy importante y el logro más grande que alcancé como entrenador. Tuve la suerte de salir campeón en varios lados, pero lo de Boca supera todo. Luchamos mucho para llegar hasta ahí, desde el primer día. Cuando llegué al club, el que abrió la puerta me dijo: ‘Hay que ganar la Libertadores’. Y ahora volví y me dijeron exactamente lo mismo.

-¿Como nació la frase tuya “son decisiones”?
-Fue en 2007. El periodismo me preguntaba por qué esto, por qué lo otro. Por qué no variaba y jugaba el torneo y la Copa con el mismo equipo, salvo que hubiera un viaje a la altura. Y no había una explicación, era una sensación que yo tenía. Además, ese equipo quería jugar siempre y los periodistas insistían y dije “son decisiones”. El fútbol es una actividad que genera cambios, siempre hay que hacer una elección, tomar una decisión. Es permanente y tiene que ver con nuestra tarea. Y gracias a Dios que vivo tomando decisiones, porque sigo siendo entrenador.

-¿Cómo encontraste el club después de tanto tiempo?
Es Boca y sigue siendo Boca con todo lo que significa y genera. Es muy bueno tener el predio de Ezeiza, porque nos da mucha privacidad y la posibilidad de ver a los chicos de Inferiores, conversar con entrenadores de todas las categorías. Eso es un gran cambio porque permite una comunicación directa.

-¿Cómo ves el fútbol femenino?
-Ha crecido. Boca le ha dado un lugar y un valor. Felicito a su entrenador Cristian Meloni, colega mío, y a Lorena Benítez, que está haciendo un gran trabajo comunitario. Es bueno que el futbol femenino se haya desarrollado en Boca y en la Argentina.

-¿Qué te altera durante un partido?
-Alterarme no, no me enojo. No me gustan las amarillas tontas, evitables, y no me gusta quedarme con 10, pero hay que estar en el lugar del futbolista y entender las cosas y cada situación.

-¿Te hubiese gustado jugar en Boca?
-Claro que me hubiese gustado jugar en Boca. Hay muchos jugadores que vinieron de Estudiantes, hay una simbiosis. Hubiese sido lindo con Bilardo de técnico, pero yo había dejado de jugar. Siempre jugué en el mismo club. En aquel momento no había tantas ventas.

-¿Qué aprendiste de Bilardo?
-Bilardo me ha dejado muchísimas enseñanzas, más en la vida que como deportista. La forma de manejarme. Estudiantes de La Plata fue una escuela y Bilardo, uno de los mentores. Apostó por mí como jugador. Me incentivó para que yo entienda muy rápido el juego, que lo vea dentro de la cancha, que lo desarrolle. Me daba bronca porque si alguien se equivocaba la culpa era mía y a veces sentía que no era justo, pero él entendía que así yo iba a crecer. Y hoy le estoy agradecido eternamente.

-¿Te queda la asignatura pendiente de la Selección?
-Dios fue generoso conmigo. Uno obviamente siempre lo anhela y considera que pudo llegar a dirigir la Selección. Nunca se sabe, la pelota es redonda y gira. Ahora estoy en Boca, donde hay que demostrar día a día, y estoy muy contento.

-¿Cuál de los Boca que viste es el ideal y cuál el mejor técnico del club?
-En todas las épocas Boca tuvo buenos equipos. El de Lorenzo jugaba muy bien. Por la cantidad de títulos, creo que los equipos de Bianchi son los que han marcado una línea y una historia dentro del club diferente al resto y eso hay que saber reconocerlo.

-¿Cómo definís a Boca?
-No hay una sola palabra. Son muchas las cosas lindas para decir, pero yo creo que Boca es su gente. Su gente es lo máximo. Se me ocurren un montón de frases para definirlo y todas tienen que ver con la gente. Su gente es lo que hace a Boca de esta manera. Y yo le estoy agradecido a la gente de Boca porque siempre, aun fuera del club, me demostró mucho amor.

Citas: Revista Digital Boca Juniors

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