Te contamos los detalles detrás de lo que fue otro partido del único grande.
Boca Juniors empató sin goles contra Estudiantes en un partido totalmente anecdótico. Es que el Xeneize jugó con todos suplentes para cuidar piernas para la final del Maracaná. La gente lo entendió, pasó de lo que pasaba en la cancha y vivió una fiesta en la tribuna en la que mandó un mensaje claro: en Rio de Janeiro vamos a ganar.
Almirón sorprendió al rotar a todos los titulares luego de haber entrenado por dos días seguidos un once con mayoría de los habituales. De hecho, el técnico ni siquiera puso a Luca Langoni desde el arranque, ya que puede ser una arma sorpresa en el Maracaná.
Del partido se puede hablar poco, porque si bien Boca paró un equipo alternativo, la realidad que no padeció a Estudiantes, pero sí a su esquema: los de La Plata salieron a no jugar y en todo el encuentro le crearon una situación de gol a Javi García.
Por su parte, Boca apenas tuvo un disparo de Jabes Saralegui que tapó Andujar en el primer tiempo y un tiro libre de Janson Taborda que, en el complemento, se fue al lado del palo. A lo sumo se puede mencionar la polémica del gol anulado a Lucas Janson, en la que el línea acertó al cobrar el offside.
Hubo dos momentos vinculados a los cambios de Almirón que son para destacar. Uno es el de Langoni, que fue ovacionado en en su regreso tras dos meses y medio. El otro fue el de Barco, único títular que vio minutos y arriesgó, que asustó a todos cuando Rollheiser lo pisó desde atrás, le sacó el botín y lo dejó momentáneamente rengo.
Por suerte lo de Barco fue sólo un susto y el verdadero triunfo de Boca en este 0-0 fue no tener lesionados. Se acabó la nebulosa de distracciones ahora el foco de todos está en el mismo lado: cumplir el sueño de la séptima.
