Un empate para empezar a crecer

Boca Juniors igualó 0-0 ante Newell’s Old Boys en Rosario. El equipo de Carlos Bianchi tuvo varias oportunidades de llevarse el triunfo pero no encontró la eficacia frente a Guzmán. Ahora se vendrá Belgrano y la vuelta de Riquelme.

La pelota volvió a rodar y los hinchas de Boca dejaron de lado todas las frustraciones del 2013 y del verano. La hora de la verdad comenzó y una nueva ilusión nació junto al pitido de Mauro Vigliano y del encuentro ante Newell’s. El Xeneize fue a Rosario para arrancar su aventura en el Torneo Final 2014 y salió bien parado. Fue empate, 0-0, pero es un punto de partido del cual Carlos Bianchi deberá agarrarse para comenzar a mejorar.

Boca jugó al error de Newell’s y casi le sale. Apretando sobre la salida de la última línea, forzando a Guzmán a jugar constantemente con el pie y saliendo rápido de contra. La estrategia sirvió en un área pero no en ambas. La táctica de Carlos Bianchi generó que los rosarinos dominaran la pelota pero no las ocasiones de juego; sacando un remate de Figueroa que tapó Orion, la Lepra no logró vulnerar a la defensa azul y oro. El problema de Boca estuvo, una vez más, en la falta de eficacia para concretar: Gigliotti y Gago fueron los que más chances tuvieron, aunque sin la puntería necesaria para marcar. Por como se dio el encuentro, más allá de los gustos, el Xeneize jugó un partido impecable en el que solo faltó el gol.

Seguramente que muchos medios harán enfoque en la polémica en la que Mauro Vigliano no sancionó un supuesto penal de Forlín a Maxi Rodríguez. En una jugada en la que pocos resaltaron que previamente Figueroa, estando amonestado, realizó una clara mano en el área que le dio continuidad a la acción hasta terminar en el pase a la Fiera. La mala trasmisión y las dos decisiones equivocadas del árbitro le darán alimento a los cuervos que siempre buscan la crítica hacia Boca.

Se puede no coincidir con la estrategia de Bianchi, pero a Boca le dio resultados. Tras un presente lleno de presión y resultados negativos, el equipo dejó una imagen de mejor cohesión y actitud. A demás de conseguir mantener el cero en el arco y logrando por momentos superar al Newell’s de  Banega.

Ahora se vendrá Belgrano en la Bombonera, con la posible vuelta de Riquelme y el debut de Perotti. De ahora en adelante todo debe ser crecimiento.