Un mensaje para la ilusión

Dos jugadores surgidos de las inferiores coquetearon con un regreso al club de sus amores. ¿Será posible verlos de nuevo con la azul y oro?

Leandro Paredes y Luciano Acosta eran los enganches de la categoría 1994 de Boca Juniors. El primero siempre fue titular, llevando sobre su espalda el peso de ser considerado «la gran promesa de las inferiores». Con solo 16 años llegó a debutar de la mano de Borghi, pero nunca logró explotar todas sus condiciones por culpa de malas decisiones de los entrenadores y de una lesión provocada de manera vergonzosa por el arquero Agustín Orion. Fue así que emigró a Europa, donde de a poco se transformó en volante central, puesto en el que viene brillando desde hace unas temporadas y con el que llegó a la Selección.

La salida de Paredes y la llegada de Carlos Bianchi hicieron que Luciano Acosta, para sorpresa de muchos, suba a Primera División. Yendo de mas a menos, el enano pudo mostrar parte de sus condiciones de gambeta y desequilibrio. Aún así, terminó yéndose a Estudiantes y luego al DC United de la MLS. Tras dos temporadas en Estados Unidos de buen nivel, fue con la llegada de Wayne Rooney donde explotó al jugar de delantero: 10 goles, 17 asistencias y elegido como parte del once ideal de la liga. El propio crack inglés, con el que hizo una gran sociedad, declaró que tiene el «talento para jugar en Europa o cualquier equipo».

En esta Navidad del 2018 se reencontraron y se sacaron una foto en la que ilusionaron a todo Boca con su deseo compartido de volver a vestir la azul y oro:

¿Se dará la vuelta de ambos? Un volante de juego y un segundo delantero con desequilibrio le vendría muy bien a Boca…