Un tridente de posibilidades

Te dejamos nuestro análisis sobre los técnicos que más fuerte suenan para quedarse con el puesto que dejó el Mellizo.

Nicolás Burdisso se encuentra frente a la búsqueda de un entrenador para dirigir a Boca Juniors. Luego de la derrota en Madrid, Guillermo Barros Schelotto dejó su cargo tras casi tres años. El nuevo manager es el elegido por Daniel Angelici para llevar a cargo el nuevo proyecto deportivo, uno que tiene como principal preocupación el conseguir un técnico. José Néstor Pékerman, Gustavo Alfaro y Eduardo Domínguez aparecen como los tres candidatos con más posibilidades para asumir, es por eso que Diario Xeneize te deja una visión sobre las virtudes y defectos de cada uno de ellos para llegar al banco. Mirá:

JOSÉ NÉSTOR PÉKERMAN

Es la jerarquía indiscutible dentro del trío de candidatos. Su apellido es reconocido por los amantes del fútbol e incluso por muchos casuales. Su enorme éxito en la formación de jugadores lo llevó a dirigir las categorías menores de la selección nacional, donde logró tres campeonatos del mundo con diferentes generaciones, entre las que se destaca las que tenían a Juan Román Riquelme (1997 en Qatar) y la del propio Nicolás Burdisso (2001 en Argentina). 

A partir de esa época dorada Pekerman empezó un caminó hacia el fútbol de mayores. Su primer acercamiento fue al ser manager del Leganés de España, proyecto fallido que tuvo como DT Cai Aimar y que fue parte de una moda de empresarios argentinos por sumarse a las SA del país ibérico, como también intentó sin éxito Marcelo Tinelli en el Badajoz. Luego de un tiempo le llegó su primera gran oportunidad: dirigir la Selección Argentina tras la marcha de Marcelo Bielsa. Ahí logró darle un gran juego al combinado nacional, teniendo como gran cambio con respecto a su antecesor el tener a Riquelme como líder futbolístico. El equipo llegó al Mundial y se fue invicto, perdiendo en cuartos de final contra Alemania en un partido que es recordado porque José sacó a Román por Cambiasso y en el que se notó la baja de Abbondanzieri para los remates desde los doce pasos. Casualmente en esa Copa del Mundo volvió a coincidir con Nicolás Burdisso, quien hoy lo tiene en alta consideración para ser entrenador. 

Tras su paso por la selección llegó su primera vez oficial como técnico de un club, ya que antes solo había tenido un par de partidos como interino en Argentinos Juniors durante el inicio de su carrera. Fue con el Toluca de México, yendo de menos a mas y sufriendo un par de eliminaciones en la Liguilla con arbitrajes polémicos. Un tema personal lo hizo irse de su cargo, volviendo al país azteca unos meses mas tarde para salvar a Tigres del descenso; algo que logró con un campaña olvidable, ya que cosechó una victoria en diez encuentros. 

Más cercano en el tiempo estuvo su último trabajo, siendo seleccionador de Colombia. Fue él quien regresó al país cafetero a la máxima cita, logrando incluso llevarlos dos veces consecutivas, algo impensado tiempo atrás. Dos veces eliminado en cuartos de final, su primera mitad de ciclo fue mejor que la segunda, aunque en las dos falló en los planteos de los duelos clave. Fuera de eso, logró un tercer puesto en la Copa América Centenario 2016 luego de vencer por 1-0 a Estados Unidos.

Puntos a favor: tiene un renombre y una trayectoria que lo hace seductor para muchos hinchas. Eso, aún sin tener pasado en el club, podría darle tiempo para trabajar con cierta tranquilidad en este momento de tensión. Por características, podría ser parte de la idea general de Nicolás Burdisso de conducción deportiva, ya que ambos tienen gran relación y parecen tener un perfil en el que el diálogo es algo crucial. También es para destacar su visión y su capacidad formativa, algo que puede ser decisivo en un Boca en el que hay chicos que asoman y en el que la actualidad quizás incite a darles más rodaje.  En un año en el que la política puede llegar a pesar y quizás todo sea encaminado a una temporada de transición, Pékerman parece un hombre ideal para tomar las riendas de este presente incierto, pero además, para ser clave a la hora de armar una base que sirva para el futuro. Otro posible beneficio sería su conocimiento general del fútbol sudamericano y del colombiano, ese que le permitiría traer potenciales talentos para explotar en el club como ya ha pasado con Barrios o Nández.

En contra: su poca experiencia en el trabajo diario como entrenador es seguramente lo que más dudas generan sobre su capacidad. No hay dudas que Pékerman es un seleccionador de calidad, pero en su pasado no ha logrado demostrar ese mismo éxito en las pocas oportunidades que tuvo para dirigir clubes. Su edad – cumplirá 70 en septiembre – también es un fundamento crítico para algunos debido a los cambios de educación y costumbre con respecto al pasado. También se teme sobre su carácter frente al vestuario debido a su nula vinculación con Boca y su antes mencionada falta de rodaje en el entrenamiento del día a día. Por último, en los últimos tiempos se le ha puesto el ojo encima por cómo elige la táctica en los duelos clave mano a mano; algo en lo que no solía fallar cuando dirigía juveniles.

GUSTAVO ALFARO

Un entrenador que sabe lo que es el sacrificio. Si hay algo para destacar de la carrera de Gustavo Alfaro es la paciencia. Supo empezar muy de abajo en Atlético Rafaela, el club que lo formó como jugador y que le dio su primera oportunidad para ser entrenador. Luego de tres años ahí, pasó por Patronato, Quilmes, de nuevo La Crema, Belgrano y Olimpo (2001), institución en la que daría su primer gran paso al conseguir el ascenso a Primera División con el título de la B Nacional.

Su gran éxito en el Aurinegro de Bahía Blanca lo hizo arribar de nuevo a Quilmes. Ahí, con el Cervecero, logró otro ascenso y, ya en Primera Divisón, conquistó la mejor campaña de un recién subido al conseguir clasificar a la Copa Sudamericana y a la Copa Libertadores. Ese logro, sumado a lo de Olimpo, lo hizo tener su primera gran experiencia: San Lorenzo de Almagro. Lamentablemente ese fue su primer gran revés, ya que no pudo estar a la altura de las circunstancias y fue despedido.

Arsenal, su lugar en el mundo. El conjunto de Sarandí consiguió de su mano lo imposible: ganar un campeonato local y una Supercopa ante Boca, la Copa Argentina (ante San Lorenzo y eliminado a Independiente) y una Copa Sudamericana, en la que eliminó a River Plate. Gustavo Alfaro consiguió darle gloria al conjunto del Viaducto, logrando un verdadero milagro deportivo. Esto lo cosechó en un período de casi 8 años, en el que el medio tuvo un breve y fallido paso por Rosario Central.

Luego de Arsenal pasó por Tigre y por Gimnasia, donde tuvo rendimientos correctos. Actualmente se encuentra en Huracán, club en el que viene teniendo grandes temporadas y con el que consiguió clasificar a la Libertadores 2019. 

A favor: su enorme experiencia y el conocimiento del fútbol argentino. En su momento Carlos Bianchi lo señaló como un hombre ideal para dirigir a Boca Juniors, algo que marcó en su etapa de manager. Ha logrado conseguir mucho con pocos recursos, como lo demostró con Olimpo, Arsenal, Quilmes o Huracán. Es una persona muy respetada por los jugadores, prensa e hinchas, algo que consiguió por su personalidad, su humanidad y su sabiduría. Es lo opuesto a los últimos entrenadores, siendo más pragmático y táctico que Guillermo y el Vasco.

En contra: tiene solo una experiencia en un club grande y fue totalmente fallida. Se duda sobre su capacidad para lograr un equipo que tenga que imponerse al resto, en especial ante rivales que se cierren y le quiten espacios. Tiene contrato con Huracán y su salida podría significar un problema a la hora de contratarlo.

EDUARDO DOMÍNGUEZ

El más joven e inexperto de los supuestos tres candidatos de Nicolás Burdisso. Eduardo Domínguez apenas lleva tres años como entrenador, teniendo como únicas experiencias las de Huracán y Colón de Santa Fe. En ellas demostró mucha versatilidad a la hora de los esquemas y los planteos, en una particularidad poco común para un técnico. Hay que destacar que fue en el Globo donde expuso más virtudes, ya que en el Sabalero el rendimiento de su equipo fue más irregular; aún así, estuvo muy cerca de eliminar a Junior en la actual Copa Sudamericana en la que los colombianos alcanzaron la final. 

A favor: está invicto contra el River de Gallardo, acumulando 4 triunfos y 2 empates. Duelos entre los que se destaca la eliminación de Huracán sobre el Millonario en la Sudamericana 2015, y la quita del invito de 32 partidos que tenían los de Núñez, algo que Domínguez logró comandando a Colón. Por otro lado, también pesa su vínculo con Carlos Bianchi, quien es su yerno y uno de sus mentores. También se destaca su seriedad y, como mencionamos antes, sus buenos resultados administrando pocos recursos, su capacidad para jugar con diferentes esquemas y su seriedad a la hora de plantear los duelos mano a mano.

En contra: no tiene mucha experiencia como entrenador y esta sería su primera vez dirigiendo un grande. Tampoco tiene un vínculo con Boca que lo ayude a darle tranquilidad aún frente a esa falta de rodaje. Sería una apuesta, al igual que Gabriel Heinze y Sebastián Beccacece, quienes ante una igualdad de resultados, han demostrado una leve mejoría con respecto a él a la hora de dar un funcionamiento colectivo.