Una caída inoportuna

Te contamos los detalles detrás de lo que fue otro encuentro del único grande.

Boca Juniors perdió su invicto en la Copa de la Liga 2024 al caer ante Lanús por 2-1, como visitante y en la previa del Superclásico. El Xeneize tuvo el descuento agónico con Lucas Blondel, pero no le alcanzó el tiempo y quedó en claro que el regalar un primer tiempo es un error irrepetible.

Diego Martínez volvió a cambiar una vez más, con otro planteo que pareció más pensado en el rival que en por fin intentar imponer su idea. Es que el técnico contó en esta noche con casi la totalidad del plantel por primera vez, ya que sólo no contó con Marcos Rojo, Pol Fernández y Exequiel Zeballos por lesión.

Con los regresos de Cristian Medina y Ezequiel Fernández, el entrenador paró un 442 como esquema base. Lucas Janson no fue volante y jugó de punta con Miguel Merentiel. En esa primera etapa Boca no hizo pie, no tuvo dinámica, el equipo quedó muy largo, no generó peligro y encima se lo vio muy incómodo ante la presión alta de Lanús. El conjunto local hizo pagar ese mal lapso y se puso arriba con un gol de Walter Bou. El delantero con pasado en el Xeneize pidió perdón por su grito, uno que llegó tras una gambeta a Equi y un pase filtrado que expuso lo lejos que quedaron Cristian Lema de Nicolás Figal. El Granate hasta pudo marcar otro, pero el punta falló en su pie a mano al tirar ancho su intento de pinchársela a Chiquito Romero.

En el complemento Boca mejoró su actitud, Zenón y Medina se cerraron, el equipo tuvo más la pelota, recuperó más rápido, presionó y puso a Lanús en situación de defensa. El equipo tuvo varias situaciones para empatar, pero entre la falta de efectividad y las atajadas del 1 Granate, el Xeneize no logró igualarlo. Esa falta de gol volvió a pesar, porque ellos en su única situación, aprovechándose de un Medina que estaba muy cansado, y de un Figal que durmió la siesta, pusieron el 2-0.

El entrenador realizó cinco cambios, puso a Cavani, quien falló un cabezazo clarísimo, a Langoni, Bullaude, Blanco y Blondel. El lateral terminó rematando de zurda un centro que vino desde la otra banda, en un gol agónico que no le permitió a Boca tener más tiempo para lograr el empate.

Boca tuvo un primer tiempo de esos que no pueden repetirse, en el peor con diferencia de la etapa de Martínez como técnico y que deja muchas dudas para el Superclásico. Habrá que trabajar, dejar de pensar tanto en el rival y fortalecer las virtudes del equipo. En lo simple, en lo claro, está siempre la mejor opción y la respuesta.

Martínez deberá preguntarse por qué volvió a cambiar al lateral por izquierda o por qué Saralegui no vio minutos tras ser tan importante la fecha pasada. La confianza y los estados de ánimo también son fundamentales para que Boca el domingo se quede con un triunfo y empiece realmente a encaminar su temporada.