Te contamos los detalles detrás de lo que fue otro encuentro para el único grande.
El ciclo de Fernando Gago arrancó de la peor manera posible. Boca fue una extensión de lo que venía siendo con Martínez, pero con todos los errores intensificados, fallos arbitrales lamentables que perjudicaron al equipo, y con la presencia de tipos que no pueden vestir más la camiseta más importante del país. Fue 0-3 contra Tigre de visitante y ahora el partido del miércoles por la Copa Argentina pasó a ser tan importante como una final de Champions.
El principio del encuentro dejó alguno de los detalles que buscará Gago para lo que viene. Para empezar, Boca arrancó con un 433 en el que Merentiel jugó de extremo por izquierda. El equipo salió a presionar alto y a intentar jugar más directo para tratar de generar ataques constantes. Luego de un arranque en el que se vio esa intención, de a poco el partido se fue equilibrando y también se exhibieron cosas no tan buenas, como los problemas defensivos de coordinación cuando uno de los centrales perdía en el anticipo.
El partido se había vuelto parejo pero vino la primera cachetada para Boca. Tras un tiro de esquina, hubo una mano de un futbolista de Tigre, la pelota le quedó a Paz que, con desvío previo en Rojo, terminó metiendo de emboquillada la pelota ante un Romero que dejó dudas. Este 0-1 está lleno de opiniones por lanzar.
Por un lado está el tema arbitral, donde tanto Fernando Echenique como el VAR Lucas Novelli y Luis Lobo Medina quedaron totalmente expuestos. El reglamento es claro y el Xeneize lo ha sufrido con los tantos anulados a Milton Giménez: no puede haber gol si hay mano inmediata al mismo. Ahí no se juzga la intención ni ninguna otra faceta: no puede pegar la pelota en esa zona. Punto.
Fuera del hurto de la terna, este gol vuelve a dejar en evidencia un problema que no tiene solución para Boca en este 2024 como es el sufrir la apertura del marcador a través de una pelota parada. Casi el 40% de los tantos sufridos llegaron por esta vía y, encima, ahora pasó con Marcos Rojo y Sergio Romero de protagonistas. Es que lo más inexplicable de Fernando Gago en su debut pasa por la decisión de volver a confiar en un arquero que fue sancionado por agredir a los hinchas y de un central que, por más buena prensa de algunos partidarios, no está físicamente apto para jugar en el Xeneize en este momento.
Todo lo – poco – bueno que había demostrado Boca hasta ese momento se derrumbó. Ante la primera piña el equipo mostró su mandíbula frágil y se cayó. Ahí Tigre aprovechó los errores constantes de imprecisión de Blanco, Zenón y Miramón. También los desacoples de toda la defensa por un Anselmino que, en su ímpetu de querer anticipar, dejaba mal parada a una defensa lenta y pesada comandada por Rojo. Ahí el local marcó otro tanto, con un error insólito de Chiquito Romero, pero el VAR lo anuló por un offside. Fue así que el Xeneize se fue al vestuario con la sensación de, que pese al robo arbitral en el 0-1, lo mejor que le pudo pasar es que el marcador sea tan corto.
Para el complemento Gago no cambió de nombres pero sí de esquema. Boca pasó a jugar 4231 con Zenón de extremo por derecha, Merentiel de mediapunta y Aguirre por derecha. Miramón pasó a ser el cinco de marca y Medina el de nexo. Ahí el equipo mejoró y tuvo 3 o 4 ocasiones que pudieron ser el empate.
El entrenador decidió cambiar y puso a Zeballos por Kevin, cuando este estaba en su mejor momento, y recuperó del olvido a Pol Fernández por Miramón. El Chango fue de lo mejor, generando de inmediato. Pero, justo en ese lapso, Tigre en uno de sus escasos ataque ganó un córner por culpa de una mala entrega de Blanco y, tras una atajada del arquero y el palo, vino un cabezazo que terminó siendo asistencia para el 2-0. De nuevo el lateral por izquierda perdió la marca y, pese a que el VAR la observó, el autor del grito estaba sobre la línea.
Ya con esa diferencia, y con apenas minutos por jugar, Boca se terminó de derrumbar y Tigre en una contra puso la goleada. El remate fue al cuerpo del arquero, pero él se la jugó y entró por el sector en el que se corrió. Vergonzosa diferencia y un debut de pesadilla para un Gago que deberá aprender que sus ex compañeros de la Selección son un problema grande. El arquero no debería seguir jugando luego de agredir a los hinchas, el seis no está físicamente para esta exigencia. A ellos hay que sumarle al ocho, a quien la dirigencia tendría que haber colgado por irse otra vez sin dejarle nada a la institución.
Se vieron destellos muy pequeños de una idea en esta primera vez de Gago, pero el nubarrón fue mucho más grande y la ilusión queda diluida. Ahora el miércoles Boca jugará con Gimnasia en una Copa Argentina que pasó a ser tan valiosa para un Mundial para el Xeneize, es su única oportunidad para ganar un título en este desastroso 2024.
EDUARDO
19 octubre, 2024 at 22:32
voy a tratar de estar analitico y frio paea analizar este desastre y sus causas
1)jugadores que no debieron jugar chiquito romero esta bajisimo y desmotivado es un jubilado
rojo no voy a decir nada mas no esta para ser el seis de boca, responsable Gago
2)boca realizo una pretemporada fisica a los jugadores se los vio mal en lo fisico fue un error
3)los errores arbitrales, en el primero era mano, pero a boca las dos manos de gimenez anularon goles, me da risa Riquelme aparece abrazado con Tapia y los referis nos tiran a cagar siempre y no solo con las jugadas de gol, Maroni se canso de pegar y no le sacaron amarilla
4)la suerte por causas atribuiles en la jugada de anselmino y en la pifia de cavani
5)errores tacticos tremendos de gago parando mal el equipo en el primer tiempo
6)mal algunos cambios el chango debio entrar por aguirre y no por zenon, merentiel no debio salir
7)malas incorporaciones miramon, aguirre , gimenez no estuvieron a la altura.
6)bajo nivel de medina, zenon primer tiempo, merentiel primer tiempo,cavani peleado con el arco, blanco viene muy bajo, hay jugadores de boca que pretenden jugar en europa y hacen papelones contra tigre, vendanlos de una vez
en fin boca es una murga, con un mal director y encima con referis en contra y mala suerte estamos jodidos asi peleamos el descenso GRACIAS RIQUELME