Una hasta siempre para una figura que impactó en el alma de todos.
Y un día llegó esa noticia que sabíamos que vendría pero que siempre esperamos que no tuviéramos que experimentarla. Varias generaciones crecieron con este temor, en el que finalmente Diego Armando Maradona dijera ad10s e hiciera que la tristeza nos abrazara. La noticia llegó de manera repentina y cuando parecía que finalmente, a través del cuidado de sus hijos, el diez iba a poder salir de ese trampolín de deterioro que lo llevó su entorno en los últimos dos años. Lamentablemente no pudo ser y la pelota se despide del que mejor la trató.
Maradona es ídolo de Boca, del fútbol argentino y de este deporte en general. Su arte, su personalidad, su carisma y su magia lo transformó en una figura que superó las barreras de su propio mundo, haciéndolo quizás la persona más famosa que ha vivido en la historia moderna. Lo hizo naciendo en la pobreza máxima y teniendo que aprender en el camino a lidiar con situaciones a las que nadie podría estar preparado. Con muchos errores y contradicciones, igualmente logró conquistar el amor eterno de la mayoría de las personas a las que se cruzó de manera directa o indirecta en sus 60 años.
El Metropolitano de 1981 fue el único título que le pudo dar al Xeneize en sus tres ciclos. Pero su amor por el club y todo lo que aportó su figura al ser embajador de la institución en el mundo, ha sido determinante para que hoy la institución sea tan reconocida y popular en el mundo. La relación entre Maradona a Boca es tan importante como lo fue la gira de 1925 y el ciclo de de Carlos Bianchi en la construcción global del mito del azul y oro.
La Copa del Mundo de 1986 no solo sirvió para demostrar la mayor exhibición de un deportista en la cita más importante. También fue el desahogo de un país entero luego de la guerra de las Malvinas. Maradona con la pelota, entre la viveza y la genialidad, logró traer calma y una sensación de revancha. Para algunos será una locura o una exageración, pero ese fue el sentimiento que brotó por los poros de todos los que fueron contemporáneos a ese momento.
Se podrían escribir miles de palabras describiendo su juego, sus logros, su epopeya en el Nápoli, las locuras en Argentinos Juniors, sus batallas en Barcelona, su reencuentro con Bilardo en Sevilla, su breve estadía en Newell’s, su paso como mánager de Boca o como entrenador en diferentes clubes. Se podría, pero aún así uno se quedaría corto y sin poder expresar todo su grandeza y su legado.
Ni la muerte misma podrá hacer olvidar a Maradona, su figura será eterna y amada. Hoy los hinchas de Boca vivimos un día muy triste, pero sabemos que él siempre estará alentando junto a nosotros desde la cuarta bandeja.
Pingback: Copa Libertadores: se postergó Inter-Boca – Diario Xeneize
Nicolás Río Negro
25 noviembre, 2020 at 16:33
Nunca te vamos a olvidar Diego querido. Te vamos a tener presente siempre, gracias por todo, gracias por ser bostero.
Descansa en paz.
eduardo
25 noviembre, 2020 at 16:49
momentos inolvidables cuantos recuerdos
Sergio
27 noviembre, 2020 at 01:48
Gracias por ser Bostero.
Te llevo para siempre en mi corazon.