Que haya igualdad

Los hinchas de Rosario Central hicieron todo lo posible para que les suspendan el estadio. El árbitro Mauro Vigliano fue el complice de un espectáculo que por momentos se desnaturalizó. Orion y Meli fueron las víctimas.

Hay una famosa canción que hace mención a que «las leyes sólo son para Boca». Tras lo sucedido en el empate ante Rosario Central, la CONMEBOL deberá demostrar si esa frase es real o una falacia. Desde la salida de los equipos que los hinchas locales desplegaron una gran cantidad de bengalas y fuegos artificios; sí, de esos por los que suelen clausurar La Bombonera. Por si fuera poco, Agustín Orion recibió un piedrazo que le abrió la frente provocándole una herida con hemorragia.

Mauro Vigliano, el árbitro responsable, no tomó medidas severas contra el público y permitió que el partido comience. Su criterio se repitió dentro del campo de juego, donde fue cómplice de una vehemencia excesiva por parte de los jugadores de Rosario Central. En los primeros 20 minutos Berra cometió dos infracciones de expulsión (una a Meli y otra a Calleri) que el juez no sancionó ni con foul.  Su lamentable actuación continuó con una detención leve tras cantitos racistas de los hinchas (¿hasta cuándo no habrá otro castigo?). Además, luego una nueva agresión a Orion con un encendedor que lo golpeó en su cabeza, dejó que el encuentro prosiga con normalidad y sólo con una advertencia de que en la próxima lo terminaba.

Que haya igualdad, ¿o el reglamento es sólo contra Boca?