Boca Juniors se despidió del 2014 con una derrota como local frente a Gimnasia de La Plata. Monetti fue figura en una noche en la que la Bombonera habló con contundencia.
El año se cerró con poco fútbol y una caída a pura eficacia contra el Lobo. El equipo de Rodolfo Arruabarrena volvió a sufrir goles en las primeras llegadas de su rival y luego derrochó impotencia frente a un Monetti insuperable en el arco. El 0-2 dejó a Boca Juniors con un quinto puesto insuficiente, pero que dejó momentos de esperanza mirando al futuro.
Dos errores de Marín, que se sumaron a una resistencia poco firma de Orion, fueron suficientes para que Gimnasia se vaya de ganador en La Bombonera. El Xeneize fue impotencia, no sólo por el nivel de Monetti, sino también por la falta de creatividad de sus jugadores. Recién en el segundo tiempo con el ingreso de Cristaldo, Castellani y Acosta, que el equipo encontró variantes para intentar lastimar con más recursos a su rival.
Fuera del fútbol, lo más destacado pasó por la hinchada de Boca, que jugó su propio partido y habló con contundencia. El primer mensaje fue de apoyo para Emmanuel Gigliotti, que fue constantemente apoyado desde que se lo nombró en la voz del estadio y hasta que terminó el encuentro, dejando en claro que el pasacalles que lo agredía no respondía a un sentir de los Xeneizes. Luego La Bombonera bramó para insultar a Daniel Angelici y pedir por su ídolo Juan Román Riquelme. Por último llegó un ensordecedor aliento que incluyó fuegos de artificios y una bandera que pedía no jubilar el templo, que significó un nuevo traspié para la dirigencia.
Se viene el 2015 y los hinchas de Boca Juniors dejaron en claro lo que quieren para el próximo año.