Boca Juniors derrotó a Palestino por 2-0 en Chile en su debut en la Libertadores 2015. El equipo de Rodolfo Arruabarrena venció casi sin traspirar, pero tampoco sin demostrar un gran fútbol.
El regreso del rey. Como en la película de Peter Jackson, el dueño de la corona volvió con contundencia en lugar del trono que le pertenece. Boca Juniors ganó con justicia ante Palestino como visitante. Los goles de Andrés Chávez y Sebastián Palacios sirvieron para que el Xeneize se llevara los tres puntos en su debut y tras un año de ausencia en la Copa Libertadores, la competencia que domina por excelencia.
Si se dividiera a Boca en tres triangulos se podría explicar cómo fue el andar del equipo en el primer tiempo. El de la última línea, conformado por Orion, Torsiglieri y Burdisso, no mostró fisuras y fue de lo más parejo. El del medio, con Gago, Meli y Erbes, falló en la creación y la recuperación alta. Mientras que el de arriba, en el que actuó Gigliotti, Chávez y Palacios, quedó aislado y teniendo que crear riesgo por arrestos individuales. Aún así, el juvenil tucumano siempre lastimó con sus corridas y el Comandante fue decisivo para, tras un gran pase de Marín, poner el 1-0 en la jugada más clara en toda esa etapa.
La falta de creación de juego y una estructura colectiva armada únicamente para las transiciones rápidas, obligaba a Rodolfo Arruabarrena a ser un cambio. Es por eso que en el complemento el técnico sacó a Emmanuel Gigliotti y puso a Nicolás Lodeiro. El uruguayo, además de cambiar el sistema pensando en el próximo debut de Osvaldo, le metió un gran pase a Palacios para el 2-0.
Con esa diferencia el partido se terminó de romper, y si Boca no se fue goleando, fue porque no encontró precisión ante una defensa que quedaba excesivamente regalada. Colazo, Meli, Erbes y Gigliotti estuvieron en una tarde para el olvido, pero lo positivo es que pese a esos bajos rendimientos el equipo logró ganar, demostrando su enorme poderío individual.
Como contra Olimpo, Arruabarrena deberá seguir trabajando en la generación de juego. Por ahora probó casi con dos equipos completamente diferentes, pero los triunfos y algunas actuaciones lo ayudan para empezar a armar lo que todos esperan: un gran conjunto.
