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A conquistar Brasil, por la gloria.

Boca empató 1-1 con el Corinthians y el próximo miércoles irá al Pacaembú en busca de la séptima Libertadores. Roncaglia fue el autor del gol.

Era el último miércoles del semestre donde las luces de la bombonera iban a estar encendidas. Boca recibía al tan complicado y atípico equipo brasilero del Corinthians. Apenas 3 goles había recibido en la Copa. Y quedó demostrado en el primer tiempo. Se jugó al ritmo de ellos. Jugadas con roce, imprecisiones, partido friccionado. Todo eso pasó.

Apenas dos jugadas de riesgo, uno por lado,  el fastidio de Román y compañia lo decía todo. Boca no podia desplegar su juego y era en parte, mérito del rival. Acompañado por un pésimo arbitraje, que ayudaba a perjudicar a Boca. Ossés tuvo un desempeño flojísimo. Cada dividida era para los blancos.

En la segunda etapa, todo cambió, el Xeneize salió decidido buscar el gol. En los primero 10 minutos del segundo tiempo, ya había insinuado más que en toda la primera etapa. La leventada de Walter erviti (la figura del partido) fue clave. Ellos ya no presionaban con la misma intensidad y los espacios se hacían notar.  De a poco en el partido se volvía imponer el ritmo del Timao, hasta que a los 27 del ST, Corner que Mouche ejecuta para que Caruzzo cabecee, Silva en el pique también lo haga y en línea Chicao con la mano(era expulsión)  la despeja para que Roncaglia la empuje y ponga el justo 1-0.

Pero esto es una final, y no hay margen de error, Falcioni movió el banco con dos modificaciones, un poco tarde tal vez. A los 39′ ST Romarinho en la primera que tocaba y de excelente definición por sobre Orión puso el 1-1, capaz que ahí fue el único error en el partido de Caruzzo.

No quedaba tiempo, el gol de ellos fue una bomba anímica, el partido estaba en nuestras manos. Pero la última iba a llegar, Cabezazo de Viatri que pegó en el travesaño y en la carámbola de ese impacto, le rebota a Cvitanich y se va por nada al lado del palo. No era nuestra noche, la suerte no estaba de nuestro lado.

El empate dejó un sabor amargo porque Boca mereció el triunfo, pero ojo, esto recién empieza. El gol de visitante no vale doble. Faltán 7 días, serán eternos y la ansiedad se apoderará del corazon azul y oro. Pero calma, el miércoles estos leones irán en busca de la Séptima. Brasil ya es un territorio conocido para volver a reconquistar América.Cconfiamos en ellos. Todos queremos y deseamos algo… que el jueves a la noche, las luces de la Bombonera estén encendidas.

 

 

 

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