El equipo de Guillermo jugará su cuarto partido en la Casa Blanca.
Aunque se trata del certamen más prestigioso de América, la CONMEBOL mudó la revancha entre Boca y River por la final de la Copa Libertadores al Santiago Bernabéu. El mítico estadio del Real Madrid ya albergó los encuentros definitorios del Mundial, de la Eurocopa, de la Intercontinental, de la Champions League y de la Europa League.
Fue la histórica Gira de 1925 la que lo llevó por primera vez al Xeneize al Estadio de Chamartín, el terreno donde el Merengue fue local entre 1923 y 1947 hasta la construcción del actual coloso. Durante ese viaje por Europa, Boca jugó 19 cotejos (ganó 15 y empató uno) y nacieron el himno del club y el apodo para la hinchada.
Ante la presencia del rey Alfonso y del príncipe de Asturias, el 22 de marzo la delegación azul y oro disputó su sexto partido de la gira contra el Real Madrid. Domingo Tarasconi y Alfredo Elli, el capitán del equipo, estuvieron a cargo de la dirección técnica y Carmelo Pozzo marcó el único tanto con el que el Xeneize venció al local.
Una semana más tarde en el mismo campo de juego, fue Sociedad Gimnástica el rival de turno. El club de la Ribera volvió a ganar por la mínima diferencia, esta vez gracias al gol de Manuel Seoane, refuerzo proveniente de El Porvenir. Cerca del final, Luis Vaccaro sufrió un choque que le imposibilitó estar en los siguientes partidos.
Ese trayecto continuó por otras ciudades, pero el destino quiso que Boca volviera a jugar ante el Real Madrid en su estadio, ahora sí llamado Santiago Bernabéu. Fue en 1994 cuando los campeones de la Copa de Oro Nicolás Leoz y de la Copa del Rey chocaron por la Copa Iberoamericana, competición oficial con una única edición.
La ida quedó en manos del Merengue, que impuso el poderío de su localía y goleó al conjunto de César Luis Menotti por 3 a 1. El Mono Navarro Montoya fue expulsado a los 3′ y Carlos Mac Allister descontó a falta de cinco minutos del final. La vuelta fue 2-1 para Boca en La Bombonera pero no alcanzó para campeonar.
