Una vez más el conjunto trasandino superó a la Argentina en una tanda de penales. Los ex Boca fueron parte importante del éxito.
Una final idéntica a la del año pasado. Chile realizó una remake del que fue – hasta este partido – su máximo hito dentro de una cancha de fútbol al superar por penales a la Argentina en la definición de la Copa América edición Centenario. Sí, otra vez José Pedro Fuenzalida y Gary Medel gritaron campeón con la Roja.
Fue un espejo de la final del 2015 y el ejemplo más claro es el gol increíble que falló Gonzalo Higuaín, en una jugada que pudo haber cambiado la historial. La otra acción condicionante para la Argentina fue la roja que vio Marcos Rojo; el lateral del Manchester United le entró de atrás a Vidal y le sacó a la Selección la ventaja de un hombre de más que había conseguido minutos antes en ese primer tiempo por la doble amarilla de Díaz.
Banega, que jugó en una pierna, fue el único ex Boca que actuó en la Argentina. Gaitán y Roncaglia no fueron utilizados por un Tato Martino que volvió a fallar como entrenador y que seguramente mañana renuncie a su cargo. Del otro lado, en Chile, se destacó Fuenzalida como lateral por derecha y Gary Medel como líbero y líder de una defensa. La única mancha del polifuncional del Inter fue ese error en salida que Gonzalo Higuaín falló de manera insólita.
En los penales el destino se le rió a un Lionel Messi que había jugado su mejor final en la Selección. El crack del Barcelona tenía la chance de poner el 1-0 luego de que Romero se lo tapara a Vidal, pero su remate de zurda se elevó por arriba del travesaño. Luego ambos convirtieron en la serie 2 y 3 (Beausejour definió bien y es pretendido por Boca), pero Chile convirtió en el cuarto y Biglia sufrió la tapada de Bravo. Con el título en su pie, Silva no perdonó y le dio el bicampeonato a la Roja.
Medel y Fuenzalida son bicampeones. En Argentina habrá muchas cosas que replantearse tras la tercera final perdida en este ciclo y la séptima desde el último título en la Copa América del 93.
