Más cerca del sueño

Un arquitecto europeo presentó un proyecto viable para ampliar La Bombonera.

Tras varios intentos fallidos en diferentes mandatos, el eslovaco Tomaz Camernik hizo un ofrecimiento para agrandar el estadio de Boca Juniors sin comprar las manzanas detrás de los palcos, y la dirigencia comienza a verlo con buenos ojos.

Las dificultades que tuvo Daniel Angelici para utilizar los terrenos de casa amarilla para construir un nuevo estadio, y el deseo de los hinchas por que esto no ocurra, llevaron al presidente de Boca a buscar otra solución a este problema.

En el año 2016, el mismo arquitecto había presentado un interesante proyecto, pero que por diferentes cuestiones era imposible de realizar. Sin quedarse cruzado de brazos, Camernik mejoró su propuesta, y muchos integrantes de la comisión directiva se quedaron fascinados con la idea.

Según dirigentes, el club estaría en condiciones de hacer la inversión sin recurrir a terceros (aproximadamente unos 50 millones de dólares), y los tiempos de obras darían para llegar a las elecciones 2019 con la remodelación terminada, algo que gustó aún más.

La idea general de Camernik es aumentar la capacidad del Estadio Alberto J Armando a 60 mil espectadores sentados, modificando el sector de los palcos. Además, se agregarían muchas modernizaciones al mismo, como el funcionamiento a través de energía solar.

«El proyecto une el estadio con sus vecinos. Desde los nuevos palcos se podrá ver el campo de juego, pero también La Bombonera estará conectada con su entorno. Volverá a abrir sus ventanas al barrio»

«La Bombonera es un monumento. Un ícono mundial con identidad propia, y recién después es un estadio. Con esta remodelación quiero transformar el lenguaje arquitectónico del siglo pasado al de nuestros días. Para el futuro y la eternidad», contó Tomaz Camernik a LA NACION.