Boca levantó un 0-1 con los goles de Silva y Sánchez Miño. Así se tomó revancha de lo sucedido en la Copa Sudamericana, complicando mucho a Independiente en el promedio. El Xeneize quedó como único puntero del campeonato.
Los primeros 15 minutos del partido fueron vibrantes y llenos de emociones. A los 50 segundos el Rojo tuvo su primera oportunidad luego de una mala salida de Ustari. Pero Boca contestó con un mano a mano de Sánchez Miño – tras una deliciosa habilitación de Viatri – que Ferreyra sacó de la línea luego de que la pelota superará a Hilario Navarro.
Otra vez el zurdo de Boca tuvo una chance, por otro pase del nueve, aunque esta vez fue el arquero de Independiente el que ganó el duelo. Por el otro lado, Farías se erró un gol insólito entrando por el segundo palo. El delantero apareció solo y definió muy cruzado y afuera.
El equipo de Falcioni pese a cambiar de esquema y tener muchos jugadores por las bandas, sufría mucho por los costados en su defensa. El Malevo Ferreyra entró al área tirándole un caño al uruguayo Albín, dejó sentado a Schiavi con una gambeta y mandó un centro venenoso que entre Rosales – y Caruzo en contra – terminó en gol.
Silva empató rápido. Una buena combinación entre Clemente y Sánchez Miño terminó en un centro del volante que el delantero no perdonó. El uruguayo cabeceó al otro palo de Hilario Navarro que nada pudo hacer. Los dos equipos siguieron teniendo claras situaciones para adelantarse en el resultado. Boca lo tuvo con Rivero, e Independiente con Rosales y Leguizamón.
Dicen que los grandes equipos son aquellos que saben golpear en los momentos justos, y eso fue lo que hizo Boca. Sánchez Miño robó una pelota en mitad de campo, avanzó, gambeteó para afuera y le venció las manos a Hilario Navarro para el 2-1. Golazo del prometedor juvenil Xeneize.
Rivero volvió a tener una chance clara, como después la tuvo Viatri con la cabeza. Parecía que el equipo local anotaría un gol más que cerraría la historia. Pero ahí fue cuando reaccionó el Rojo robando la pelota y llevando peligro al arco de Ustari.
Hubo un cambio que dará que hablar en la semana. Falcioni sacó a Clemente Rodríguez por Nicolás Colazo retrasando a Sánchez Miño al lateral izquierdo. Cuando el número tres de Boca salió, fue consultado por el técnico sobre qué tenía, a lo que el jugador le respondió que nada. La sustitución fue por una supuesta lesión del pelado, algo que él mismo negó. Suena raro que Boca haga un cambio por lesión si el jugador no lo pide, sin que los médicos lo revisen, y sin notorias muestras en el campo de juego de una merma física. ¿Paso de facturas? ¿Capricho del DT? ¿Paranoia?
Boca ganó por ser más efectivo, no jugó bien, defendió mal las pelotas cruzadas, aunque seguramente tendrá que ver con el poco trabajo del nuevo esquema. Lo importante es que los puntos siguen llegando y el campeonato sigue siendo para el Xeneize.
Fuente: Terra.