Sueño de una noche de verano

Boca Juniors volvió al triunfo en su mejor partido en mucho tiempo. Un Riquelme motivado guió a su equipo hacia una goleada que sirve para cortar una racha de derrotas dolorosas. Fue 3-0 a Godoy Cruz.

Un arranque demoledor y convincente. Boca Juniors exhibió en los primeros 10 minutos del choque contra el Tomba que tiene material para poder jugar mucho mejor de lo que venía haciendo. Presión alta, búsquedas de asociación y confianza. Regresó Riquelme y el equipo fue guiado por su batuta hacia un triunfo. De los pies del capitán llegó el primero, de penal, y tras una gran jugada previa entre él y Martínez.

Las sombras reaparecieron tras el 1-0. El equipo mermó en su intensidad y se fue refugiando en su campo, cediéndole la pelota a Godoy Cruz y exponiendo su triunfo parcial. Orion contuvo cuando hizo falta y Riquelme creaba cuando la pelota le llegaba. El primer tiempo finalizó con altibajos y la incógnita de si el equipo recaería en su problema de fallar en los complementos.

Nuevamente un golpe certero – de esos que tanto necesitaba Boca – en el arranque de la segunda etapa sirvió para traer la calma final. Gigliotti aprovechó un gran pase del Burrito y marcó el segundo tras gambetear a un inseguro arquero. Ya en la ventaja, el Xeneize gozó y tocó con tranquilidad para terminar la tarde con una goleada sellada por su goleador, el Puma, por oro penal (Carranza fue expulsado por dos amarillas).

Se ganó, se goleó, se mantuvo el cero y, por momentos, el equipo gustó. Boca sumó puntos y confianza ante un rival que podía terminar como puntero en esta jornada. Ahora habrá que seguir pisando sobre suelo firme para intentar lograr la esperada regularidad. Por lo pronto, se viene una semana tranquila, casi de verano.