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Editorial

Un 2014 para aferrar a la memoria

Se va un año en el que a Boca Juniors casi todo le salió mal. El hincha debe volver a tener un rol activo para evitar que el club siga en un camino alejado del éxito.

El calendario ya quedó tachado. Ahora es imposible no mirar el reloj buscando que pasen rápido los últimos minutos de un 2014 que casi no dejó sonrisas para el hincha de Boca. La necesidad de arrancar de nuevo se siente en los poros de cada uno de todos los Xeneizes, pero este año, en el que nada salió bien, no debe ser olvidado, sino que hay que aferrarlo a la memoria para empezar a crear una consciencia colectiva que evite que los errores vuelvan a repetirse.

La salida de Carlos Bianchi, en la que más allá de las discusiones futbolísticas, fue resuelta de forma lamentable y cobarde a través de un mensaje de texto, sigue ahí, doliendo en el alma de la mitad más uno del país. También la herida de la partida del ídolo Juan Román Riquelme, quien fue evaluado como un principiante y dejado libre como un enemigo.  Ni hablar de la tristeza que dejó la primera derrota en un mano a mano contra ellos, los innombrables de Núñez.

Sin duda que esos momentos completan el podio de frustración, pero no son los únicos golpes que debió resistir el corazón Bostero en este 2014. También hubo una nueva camiseta con colores que insultan a la historia, la cesión del museo a un grupo empresario, la venta de juveniles con futuro en dudosas y pobres operaciones, la amenaza de jubilar La Bombonera, y la mentira y la exclusión del socio en el partido más importante en mucho tiempo, en el que se lo dejó de lado para proteger el negocio de la reventa.

La llegada de Rodolfo Arruabarrena sirvió para calmar el clima y brotar cierta esperanza, pero ni siquiera a él parecen respetarlo con los refuerzos: el año se cierra con 71 posibles nombres a llegar, de los cuáles sólo el volante Pablo Pérez – que no juega desde mayo – ha firmado.

El 2015 será un año en el que la política será también protagonista. Ameal, Beraldi, Santa María, Salvestrini, Digón, Giardio e incluso Angelici, son los apellidos que parecen querer llegar a conducir al club. Cada socio tendrá en su voto la posibilidad de elegir al candidato que más le guste, lo que está claro es que la postura pasiva e indiferente que permitió los desmadres de este año no pueden volver a repetirse. Se necesita que los verdaderos dueños del club, los hinchas, se hagan cargo y enfrenten los errores de la dirigencia de turno.  Si eso pasa, y como dice la canción, «las buenas ya van a venir».

2 Comments

2 Comments

  1. Aclo¿¿+¿0

    31 diciembre, 2014 at 18:45

    Muy buena nota !!!!! 2014 el peor año de boca.
    PrimeroRoman el numero 1 de todos los idolos en la pasada,presente y futura historia FUERA
    Segundo : el Virrey , si nada menos que el Sr.Carlos Bianchi ,como dijo Roman»Boca era grande Bianchi la hizo GLORIOSA» sacado por la puerta de atras y con un estupido Vasco,que por tener el banco casi se le sienta encima,si traidor ,el Sr.Carlos Bianchi le dio la poquita fama que tiene,vergonzoso,aliarse con Angelici contra el Virrey y el plantel que tambien le hizo la cama,codo a codo con el sorete…lo demas ,remera rosa,museo,muestran las verdaderas intenciones de los que la dirigen =negocios.
    2014 llevate la mierda que macri nos metio.

  2. xeneise

    1 enero, 2015 at 21:45

    tengo algo de esperanza q este año, se va a llevar a la dirigencia. espero q sea, sin desaparecer al club en el proceso. y cunado haya elecciones, que los 14.000 pelotudos que votaron a angelici, tomen conciencia de la brutal cagada que hicieron

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