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Editorial

Un volante europeo

Marcelo Meli es el jugador del momento de Boca Juniors. Desde su incursión como titular demostró un nivel altísimo. Esta es nuestra radiografía del futbolista que ya enamoró a todos los hinchas.

Llegó en silencio, quizás como el pase que menos expectativas generaba en los hinchas. Durante las negociaciones recibió amenazas de Colón, club dueño de su pase, por no presentarse a entrenar con el resto de sus (ex) compañeros. También estuvo cerca de terminar siendo refuerzo de Independiente, pero fue su deseo de jugar en Boca Juniors lo que revirtió la historia y lo transformó en el futbolista sensación que es hoy. Marcelo Meli vive un sueño, ese que logró por su convicción de vestir la camiseta azul y oro.

Los aplausos de La Bombonera que hoy resuenan por sus oídos son la conclusión de un camino lleno de desafíos. Meli nació hace 22 años en Salto, un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires, donde desde chico mostró su pasión por el fútbol. Ahí conoció a su inseparable amigo Andrés Chávez, con quien también fue compañero en las canchas peladas de césped del Club Sport Salto.

Jorge Griffa lo vio jugar y lo se llevó a su club en rosario. De ahí lo vio Rodolfo Aquino y lo fichó, con apenas 18 años, en Colón. Rápidamente Meli logró destacarse en la cantera del Sabalero, llegando a debutar en primera división, de la mano de Roberto Sensini, en un empate 2-2 ante Independiente que se disputó en diciembre del 2012. Desde su bautismo como profesional apenas tardó dos años en llegar a convertirse en un referente del club y de los hinchas. Luego de un gran Torneo Final llegaría lo mejor: su paso a Boca (U$S 750.000 y el préstamo de Cristian Pavón hasta diciembre por el 50% de su pase).

Marcelo Meli es un futbolista de esos que se ven – y se envidian – en el viejo continente. En Europa a los jugadores como él los llaman «box to box», o de área a área, para decirlo en castellano. Es un volante completo y moderno, que tiene gran dinámica para recuperar la pelota, pero también inteligencia para el juego colectivo, técnica y  potencia para el traslado. Salvando las distancias, tiene el adn de los Lampard, Gerrard, Vidal o Pogba. Le falta, y  ya se nota que Arruabarrena se lo está pidiendo, aprender a ser más productivo en el área rival.

Desde su primer partido como titular demostró tener mucha personalidad para jugar sin miedo en un club como Boca. Su gran nivel en estos tres encuentros ha logrado sorprender – y enamorar – a propios y extraños. Marcelo Meli tiene todo para triunfar y no quedar como una brisa, ahora sólo depende de su talento.

1 Comment

1 Comment

  1. Aclo¿¿+¿0

    9 septiembre, 2014 at 12:50

    Ya tenemos IDOLO ,se llama JUAN ROMAN RIQUELME y nunca nacera otro igual.

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