Una victoria muy valiosa

El Xeneize le ganó por 2 a 0 a Arsenal en un partido importantísimo, que se le hizo cuesta arriba por la expulsión de Somoza en el primer tiempo. Con este triunfo el equipo de Falcioni se aferra al segundo puesto del grupo.

Costó y se sufrió. Por esa segunda tarjeta amarilla, injusta, que el árbitro Loustau le mostró a Somoza a los 36 minutos del primer tiempo, el partido a Boca se le hizo mas díficil de lo que lo tenía.

La primera etapa no tuvo un claro dominador, pero el conjunto de Alfaro llegaba más asiduamente al campo de juego del local, aunque nunca generó un peligro claro.

Ambos equipos ofrecieron un espectáculo muy por debajo de lo que suelen demostrar, esto podría deberse a que hace 3 días casi todos los mismos jugadores disputaron fecha por el torneo local.

Por el lado del xeneize, Erviti estuvo desaparecido por su sector, perdiendo muchas pelotas y no pudiendo lograr conectarse con los delanteros. Los laterales, Roncaglia y Clemente, no desnivelaron como nos tienen acostumbrados y eso le quitó claridad y profundidad a los pocos ataques que tuvo Boca.

Mouche jamás pudo asociarse con Silva, todos los centros que lanzó siempre se fueron muy lejos o terminaban en saque de arco para la visita.

Luego, promediando el primer tiempo, el árbitro decidió expulsar a Somoza por una falta leve a Carbonero que no merecía ser amarilla.

Desde ese momento, Pablo Mouche se tuvo que retrasar al sector izquierdo y aguantar hasta el entretiempo para que Falcioni les dé indicaciones de como salir a jugar la segunda parte.

En el inicio del segundo tiempo, Alfaro quiso aprovechar la desventaja numérica de Boca e hizo un cambio para tener mas poder de ataque: Sacó a Marcone y entró el «marciano» Ortíz, volante más ofensivo que el que salió.

Pero Boca, a pura garra, hizo que no se notara la diferencia numérica y a los 4 minutos del complemento, Silva recibió una pelota que supo defender con el cuerpo y le tiró un taco a Riquelme dentro del área, éste definió con categoría y Campestrini la llegó a tocar; la pelota quedó bollando al lado del arco y Ledesma en un gran pique sobreexigió a Damián Pérez que no logró despejar el balón y Pablito la empujó para el 1 a 0.

Luego, el local se dedicó a administrar energías y atacó muy pocas veces, pero Arsenal jamás logró aprovechar el hombre de más, ni siquiera con más gente en la ofensiva con la entrada de Zelaya y posteriormente de Adrián González. Abusó de los pelotazos, del traslado por el ancho del campo de juego y nunca tuvo una chance clara de empatar el encuentro.

Con el correr de los minutos, Arsenal se desesperó y acorraló a Boca con centros al área, pero tanto los defensores como el arquero respondieron de manera excelente.

A los 30 minutos del segundo tiempo, Falcioni decide sacar a Mouche y poner a un volante ofensivo e ingresó Juan Sánchez Miño. A los pocos minutos, Román se resintió del tobillo y por precaución ingresó Cvitanich en lugar del capitán xeneize.

Finalmente a los 44 minutos del segundo tiempo, en una contra manejada excelentemente por Silva, le dejó servida la pelota a Sánchez Miño mano a mano con Campestrini y definió el partido 2 a 0.

A los 46 minutos, Falcioni hace el último cambio regresando Nicolás Blandi y saliendo Silva, recibiendo una gran ovación por el esfuerzo que mete en cada partido aunque esté peleado con el arco.

Una vez que el árbitro pitó el final del encuentro, los jugadores se dieron un gran abrazo por el enorme triunfo conseguido que casi los deposita en los octavos de final de la Copa Libertadores