Hoy se cumplen un nuevo aniversario del último título local ganado por Boca. En aquel día, el equipo dirigido por Julio Cesar Falcioni venció por 3 a 0 a Banfield, con dos tantos de Darío Cvitanich y uno de Diego Rivero y se consagró de forma invicta. Ese conjunto será recordado, no sólo por ser campeón invicto, sino también por haber recibido la menor cantidad de goles en torneos cortos.
Hace tres diciembres Boca se consagraba campeón del Torneo Apertura y cortaba una sequía de 36 meses sin conseguir ningún titulo. El campeonato se obtuvo tras vencer en condición de local a Banfield por 3 a 0. Esa jornada también es recordada por la celebración de las elecciones que proclamaron como ganador a Daniel Angelici, actual Presidente que heredó un glorioso equipo formado por Jorge Ameal.
El torneo fue ganado de pies a cabeza por el equipo dirigido técnicamente por Julio Cesar Falcioni, quien llegó procedente de Banfield, donde había salido campeón. El Emperador no tuvo un buen comienzo en el club, estando varias veces al borde de ser despedido, pero ese Clausura 2011 no terminó de forma opaca. El entrenador pudo dar vuelta el timón y terminó dicho torneo con una victoria histórica frente a River y, además, cosechando un buen numero de partidos sin caer.
Boca, a diferencia de la tendencia que venía marcando años anteriores, mostró solvencia en todas las lineas, generando un equilibrio que le permitió obtener la extraordinaria cifra de 6 goles en contra en 19 partidos; una marca récord en torneos cortos. Los bastiones del equipo fueron Agustín Orión, Facundo Roncaglia, Juan Insaurrelde, Clemente Rodríguez y Rolando Schiavi en la zona defensiva; mientras que Juan Román Riquelme (12 partidos jugados) y Darío Cvitanich, dieron lo suyo en el sector ofensivo.
La clave para la obtención del título, además del equilibrio, fue el convencimiento y la serenidad de un plantel que supo sobreponerse a situaciones desagradables como resultó la lesión de Lucas Viatri, quien se rompió los ligamentos en el partido frente a Belgrano justo cuando venía siendo una de las figuras del equipo. El delantero fue reemplazado por Nicolás Blandi, que volvía luego de un préstamo en Argentinos, y rápidamente se adaptó al equipo anotando goles trascendentales, como los dos que le hizo a Colón. Esta actitud colectiva se pudo ver reflejada cada vez que tuvieron que disputar un partido clave, ya sea contra Lanús de visitante, Colón en Santa Fe ó Independiente en Avellaneda. Un plantel que en todo momento demostró estar a la altura de la circunstancia.
Los números que dejó este gran campeón fueron contundentes: 12 triunfos y 7 empates. Una estadística totalmente impensada años antes. Ese Boca además se dio un gusto: salió campeón mientras River penaba en la segunda categoría.
Recordá algunas imágenes de aquel título: