El amor por Boca mueve montañas. La Bombonera se llenó con casi 60.000 almas para ver un entrenamiento, a dos días de la Superfinal de América, y bañó de apoyo al plantel que buscará la gloria.
Es inexplicable. Insensato. Insano. Enfermo. Cualquier persona normal, hincha de cualquier club de fútbol normal. le pondría un adjetivo calificativo de ese estilo a lo que pasó esta tarde en el templo del fútbol mundial. Sin embargo, el hincha del Club Atlético Boca Juniors no es normal, Ni Boca es un club normal. Es indescrptible el fanatismo y amor que mueven estos colores.
La República de La Boca se llenó de gente desde bien temprano, cerca del mediodía. Historias de todo tipo y de diferentes lugares cubrieron el barrio, a la espera de la apertura de las puertas del Estadio Alberto J. Armando. Filas interminables bajo la lluvia de gente que muy pocas veces, o ninguna, había pisado La Bombonera.
A las 15 horas se abrieron las puertas, y para las 17, una hora antes del horario pactado para la práctica abierta del plantel xeneize, se cerraron los accesos. Colapsó de pueblo y carnaval el estadio. Con casi 60.000 personas adentro, y muchas más alentando desde la calle, el conjunto de Guillermo Barros Schelotto realizó la práctica. Sin dudas, había más gente hoy que en la final de ida, hace once días.
El entrenamiento consistió en ejercicios de calentamiento y un fútbol reducido, muy informal, para mover las piernas. Los jugadores saludaron y aplaudieron a los hinchas, llenándose de ese clamor popular necesario antes de la dura batalla futbolera que protagonizarán el sábado 24 desde las cinco de la tarde.
Párrafo aparte para Carlos Tevez, que protegió a un hincha que se coló en el campo de juego del maltrato policial. Le regaló su camiseta y lo llevó amablemente para afuera, con una sonrisa de oreja a oreja. El Apache sabe que tiene una posibilidad inmejorable de recuperar la gloria y ¿retirarse? por la puerta grande.
Cabe destacar el gesto de la dirigencia de Boca de abrir el estadio para todo el pueblo azul y oro. Ojalá se repita en el futuro cercano, ya que un club tan arraigado en lo popular necesita estar cerca de su gente. De la mitad más uno del país, que por su fidelidad y apoyo incondicional, merece bellos milagros. Como siempre a lo largo de la historia y más que nunca, es Boca y su gente contra todo y contra todos.