Uno de los máximos ídolos de la institución tuvo su primera vez con la azul y oro contra Newells Old Boys hace una década y media. Con la mística que lo acompañó durante toda su carrera, ingresó en el segundo tiempo para convertir el gol que le daría a Boca el triunfo.
Patitas chuecas, medias bajas, cara de pícaro y la gambeta de ilusionista. Así era Guillermo, un carismático delantero que supo ganarse el corazón de todos los Bosteros de inmediato. Su primera vez fue hace 15 años, en aquél partido contra Newells en La Bombonera por el Apertura 1997, en ese juego también convertiría un gol, el que le daría los tres puntos a Boca. Un debut brillante, para un wing de excepción.
Boca estaba empatando con Newells. Maradona había adelantado al Xeneize con un penal – en el que sería su último gol como profesional -, Lujambio había igualado para La Lepra. Un minuto después, a los 68 minutos del partido, ingresó Guillermo Barros Schelotto con la camiseta numero 23 (Sí, en homenaje a Michel Jordan) en lugar del Huevo Toresani que estaba amonestado.
Menos de media hora le costó al Mellizo aprovechar un rebote tras un tiro libre del Ñol Solano, para gritar por primera vez con la camiseta azul Xeneize, y en su debut en Boca. Con el plus, de que ese gol haría que su equipo ganase un partido bravo. Ese día compartió unos minutos en cancha junto a Palermo, el centro delantero que fue su némesis, aquél que terminaría siendo su gran compañero de ataque y un hermano en la vida.
Luego vendría la historia conocía: los 16 títulos, los goles a River Plate, sus divertidas protestas que desencajaban a los rivales. Y un amor incondicional con el hincha de Xeneize.
En total el Mellizo ganó 4 Apertura. 2 Clausura, 2 Sudaméricana, 2 Recopa, 4 Libertadores y 2 Intercontinentales, para un total de 16 títulos con la camiseta de Boca. Además jugaría 366 partidos (amistosos, internacionales, locales oficiales) y 100 goles.
