¡A la punta! ¡A lo Boca!

Te contamos los detalles detrás de lo que fue otra gran actuación del único grande.

Boca Juniors derrotó a Vélez por 1-0 en La Bombonera y quedó como único líder de la Liga Profesional 2022. El pibe Gonzalo Morales fue el autor de un gol cargado de deseo de ganar.

Los resultados previos de la fecha, con el triunfo de Racing y la derrota de Atlético Tucumán, obligaban a Boca a tener que gansr como sea para quedar en la cima por un punto de diferencia.

Ibarra para este partido contó con los regresos de Advincula, Fabra y Zambrano, que regresaron de sus selecciones y fueron titulares. El negro arrancó con un 4312, con Romero por izquierda, Payero de enganche y Langoni con Benedetto. El equipo arrancó muy bien, pero de repente se fue desinflando.

Tras un empate sin goles en el primer tiempo, en el complemento Boca salió con un 442 en el que Romero y Payero iban por las bandas. El equipo empeoró, no tenía fútbol y Rossi tuvo que hacerse enorme. El arquero le sacó con la uña un disparo a Seone que iba pegado al palo, y un mano a mano increíble a Bou con el pie.

Ibarra no demoró en reaccionar y mandó a la cancha a Medina por un flojo Payero. A partir de ahí Boca creció y tuvo un penal gigante sobre Langoni que Loustau no quiso cobrar. El árbitro tuvo un pésimo nivel, teniendo un criterio insólito con las amarillas que no le sacó a la visita, en especial a un Garayarde que debió ser amonestado cuatro veces y no lo fue nunca.

El técnico de Boca volvió a acertar con un doble cambio jugado  pero que era necesario: Gonzalo Morales y Luis Vázquez adentro, Guillermo Fernández y Darío Benedetto afuera. El doble nueve era lo mejor que tenía disponible, porque aparte lo sacó a Luca Langoni de una posición donde no tenía peso y lo mandó a hacer la banda por la derecha. También le dio a Alan Varela un socio con mejor actualidad con Cristian Medina, algo que se notó en el juego del equipo.

Boca terminó yendo empujado por la gente a buscar el triunfo que necesitaba y lo logró. Empujando, metiendo, Alan Varela terminó en la puerta del área y, con la punta del pie, abrió para que Gonzalo Morales demuestre la potencia de su zurda y su poder de gol. El pibe controló, se tomó su tiempo y puso la pelota por el único hueco posible entre el arquero, su brazo y el central que cerraba.

Pese a la ventaja llegó un susto, con un centro rápido, una mala salida de Rossi en su único error en el partido, y un cabezazo por el segundo palo que de milagro no fue gol. A partir de ahí Boca se dedicó a proteger la victoria y Hugo Ibarra volvió a acertar con la entrada de Esteban Rolón por Óscar Romero, que hizo que Cristian Medina termine de ser doble cinco, y la del debut de Simón Rivero (2003) por un cansado Luca Langoni.

El partido se iba, pero Ortega le pegó una brutal patada de atrás a Advincula provocando su roja. Se armó una pequeña gresca y el lamentable Loustau decidió expulsar a Vázquez y a Gómez, dejando a Boca con 10 de manera insólita y a Vélez con nueve.

Pese a que adicionaron 6 minutos, Boca no sufrió, fue inteligente y durmió el partido en la juventud de Gonzalo Morales y Simón Rivero. El pitido final hizo explotar a una Bombonera que se ilusiona con ganar un título que ahora depende exclusivamente del Xeneize.

¡A la cima! ¡A lo Boca!