Boca Juniors logró un triunfo importantísimo en La Plata sobre el final del partido para quedar puntero. Sin jugar bien, el Xeneize ganó con el corazón un de las tres finales decisivas para el título.
Rodolfo Arruabarrena cumplió este domingo su primer año como técnico del azul y oro. En estos 365 días el Vasco había tenido un gran déficit: vencer en los partidos decisivos. Esta noche el equipo le regaló a su entrenador una victoria que todo Boca necesitaba tras una serie de finales perdidas. El Xeneize mostró carácter y, sin jugar bien, venció a Gimnasia de manera agónica por 2-1 para quedar como único puntero del campeonato.
Boca fue a La Plata a buscar un triunfo, con la consciencia de que debía mandar un mensaje de cara a la recta final del torneo. Durante el primer tiempo el Xeneize fue levemente superior al Lobo gracias a algunas apariciones de Carlos Tevez que provocaron dos tapadas clave de Navarro. Pese a eso, las falencias colectivas empezaron a quedar expuestas cuando Gimnasia se quedó con 10 por la brutal patada de Benítez, denudando la falta de creatividad y el abuso de juego interno que tenía el equipo por la elección de intérpretes que dispuso el Vasco en cancha.
Si la falta de desequilibrio era un problema, Boca empezó a vivir una pesadilla cuando Mazzola gambeteara con una sorpresiva facilidad a Agustín Orion para poner el 1-0. Por si fuera poco, apenas un minutos después, Calleri pegó un codazo burdo y vio la roja. En el arranque del complemento el equipo de Arruabarrena pasaba de tener un jugador más a estar perdiendo en el partido y tener que afrontar el resultado desfavorable con diez por lado.
Sin fútbol, y a puro corazón, Boca logró empatar el partido gracias a un rebote que tomó Nicolás Lodeiro para batir al arquero. El uruguayo, que fue el mejor de la cancha, fue reemplazado minutos después en una decisión de Rodolfo Arruabarrena que generó sorpresa por el momento y el nivel que venía mostrando el 14.
Una nueva expulsión de Gimnasia, por una inentendible patada de Coronel a Peruzzi, le dio a Boca Juniors más espacios para poder lastimar a su rival. El Vasco apostó a Chávez y antes Palacios, siendo ellos los que armaron la jugada que le dio al equipo una victoria épica cuando apenas quedaban segundos para el final. El tucumano se abrió y tiró un centro bajo que el Comandante conectó por atrás de todos para el 2-1.
Boca ganó dejando dudas en su juego pero mostrando un corazón necesario para empezar a soñar con volver a gritar campeón. Siguen San Lorenzo y River, ahí el Xeneize deberá seguir latiendo con esta intensidad.