Carlos Bianchi diseñó un equipo para que Riquelme pueda ser el líder futbolístico y el autor intelectual de cada ataque de Boca. El entrenador se juega un pleno en potenciar a su máxima figura con jugadores que mantienen su misma sensibilidad con la pelota.
Los grandes entrenadores son aquellos que saben utilizar al máximo los recursos que encuentran en los equipos. Para poder en base a ellos explotar la idea de juego que quieren ver en cancha. Carlos Bianchi cuando arrancó la pretemporada allá por enero lo hizo sin Riquelme, pese a que lo tenía en sus planes desde que le dijo que sí a Boca para suplantar a Falcioni. Sin él, intentó adaptarse a un estilo más clásico, combativo y de presión. Cuando el Diez lo llamó en medio de un verano gris de resultados, todo cambió. Pero el enganche no llegó como el eje de la estructura del equipo, sino como una pieza que podía aportar soluciones a un plantel con poco liderazgo futbolístico y que estaba diseñado para otra cosa. Hoy, con los dos trabajando desde cero para este inminente nuevo campeonato, el Virrey está decidido a formar el Boca de Román.
Riquelme es el último gran ídolo que tiene el fútbol argentino, pero también es el eslabón perdido de los armadores, el último sobreviviente de esa raza magnífica que son los enganches. Hablar de su importancia en Boca es sumar palabras a una gran lista de obviedades. De las cuales Carlos Bianchi las conoce todas. Es cierto que el Virrey tiene un cariño paternal por él, pero más allá de lo irracional de las valoraciones, cuando se ocultan emociones por detrás de las relaciones; el técnico tiene una admiración sincera y objetiva del talento de Román. Motivos suficientes para querer crear un equipo que potencie las cualidades de su estrella.
El primer paso de Bianchi para la construcción de este nuevo equipo fue darle la cinta de capitán a Román cuando él llegó ya comenzada la pretemporada. Aún sabiendo que eso podría generar el resquemor de algunos jugadores con un ego sensible y estéril. Esa fue una demostración del Virrey para marcar la importancia de Román en sus planes. La segunda etapa llegó con el armado del plantel actual. Haciendo foco en la necesidad de requerir determinados futbolistas que tengan características que no sólo sean complementarios a Riquelme, sino que también puedan ser protagonistas en el juego.
Fernando Gago fue la última adquisición, pero una de las primeras necesidades para este cambio. El volante central es un fútbolista que vive de su capacidad para desequilibrar con el pase, un elemento vital para el nuevo Boca. Si bien su pasado reciente a nivel clubes no fue el esperado por sus enormes condiciones, desde hace un tiempo se convirtió en la rueda de ayuda de Lionel Messi en la Selección Argentina. En Boca quieren recuperar el nivel de ese fenomenal jugador que brilló desde su debut, allá por el 2004, con la camiseta azul y oro. En el Xeneize podrá volver a jugar como el único cinco del equipo. Para desprenderse del doble pivot que suele limitar su estilo de juego. Con Román coincidió exitosamente dentro de una cancha jugando con la camiseta Albiceleste cuando el Coco Basile era el entrenador. Hoy se espera que sea su socio de la creación, y el que con su verticalidad, lo deje a Riquelme siempre de frente a la jugada.
Otro de los jugadores a los que Carlos Bianchi insistió en traer es Daniel Díaz. Un defensor que ya demostró que más allá de ser un gran recuperador de pelotas, también está dotado de una técnica fuera de lo común para el puesto. El Cata puede con sus pies ser el provoque que el equipo tenga una salida limpia desde el fondo y sin dividir la pelota sistemáticamente. Pero también, el líder de la presión y del adelantamiento de la última línea para dejar a Boca con una actitud de protagonista.
Con la suma de Sánchez Miño como el cuarto Beatle, más lo que el Burrito Martínez, Franco Cangele o Jesúes Méndez puedan aportarle con su técnica; la idea es transformar al Xeneize en un equipo amigo de la posesión. Creado para que Riquelme sea el abanderado del fútbol. Una decisión de Bianchi que demuestra que se juega un pleno al Boca de Román.
cristina sikos
28 julio, 2013 at 13:51
Yo diria que ROMAN es el Jugador historico de Boca,en todos mis largos añosde bostera ,jamas vi a ningun jugador ni con sus caracteristicas en el juego,inteligencia,hablididad y belleza a los que se suman su amor por Boca ,nadie ha hecho lo que el hizo,y afirmaria que jamas volvera a suceder,junto a Bianchi son lo mas,en la iindividualid ,el unico.Gracias a la vida que me dejo verlo .Roman sos unico e irrepetible.