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Efemérides

El día que el Monumental coreó por Palermo

Hoy se cumplen seies años del épico gol del Titán a Perú que fue vital para la clasificación de la Argentina al Mundial 2010 de Sudáfrica.

La lluvia cae intensamente mezclándose con las lágrimas de sus ojos. En su nariz lleva un algodón que obstruye el ingreso del aire por una hemorragia, pero esa herida no le impide que salga corriendo con el impulso de su alma. Su garganta explota de ruido, de angustia por un pasado distinto y por un presente de revancha. De golpe el tiempo se detiene, cierra los ojos y disfruta a pura emoción de una ovación en uno de los lugares más inhóspitos para uno de su raza Bostera. Es Palermo, es el Monumental, y es una noche más de heroísmo para el Titán.

Martín Palermo fue uno de los goleadores más impresionantes que ha tenido el fútbol argentino en toda su historia reciente. Un delantero capaz de milagros que brilló como nadie con la nueve de Boca en la espalda. Su vida, llena de momentos contundentes e increíbles, estaba incompleta hasta aquella noche de hace cuatro años atrás. Al Titán le faltaba darse un gusto con la camiseta Albiceleste, necesitaba recomponer su imagen tras la fatídica noche de los penales fallados contra Colombia en la Copa América de 1999.  Le hacía falta, y como casi siempre en su carrera, lo logró.

La Argentina era dirigida por Diego Armando Maradona y estaba urgida por un triunfo que le de tranquilidad en la Clasificación para el Mundial 2010. El equipo nacional había comenzado ganando con un gol de Gonzalo Higuaín (su primero con esa camiseta), pero Perú llegó a la igualdad poniendo tensión en el Monumental. Fue ahí que el entrenador recurrió al único hombre que podía ayudarlo.

El loco entró con la 18 en su espalda y el peso de la esperanza. Combatió, chocó y resultó herido en su nariz como consecuencia de un partido que valía mucho más que tres puntos. El clima cambió, la lluvia tomó un protagonismo mayor y se convirtió en un enemigo más para las ambiciones de la Argentina. Con todo en contra, y en un lugar históricamente hostil para él,  Martín Palermo apareció con su fe goleadora para hacer uno de sus últimos milagros como futbolista y lograr la ovación del Monumental. El Titán fue más Titán que nunca y se ganó el corazón de todo un país por la eternidad.

El gol de Palermo:

Mirá las mejores imágenes de Palermo en esa noche mágica:

 

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