El dilema del 9: ¿Traer un refuerzo o apostar por Soldano y Hurtado?

Lesionado Ramón Ábila, Boca deberá afrontar el superclásico por el torneo local y al menos una de las semifinales de Libertadores sin su máxima carta goleadora. Analizamos el panorama y las alternativas que tiene Gustavo Alfaro.

El miércoles de Copa dejó una muy buena noticia con la clasificación entre los cuatros mejores de América por tercera vez en tres participaciones y algunas noticias malas, como la lesión de Salvio y una nueva amarilla a Capaldo que lo condiciona para lo que queda. Pero la peor noticia tiene que ver con el nueve titular: Ramón «Wanchope» Ábila tiene un desgarro muy importante en el aductor derecho. El nombre técnico de la dolencia indica una «avulsión», que significa un desprendimiento del tejido muscular en la inserción del hueso. Algo similar tuvo Riquelme en el año 2013, cuando se lesionó ante All Boys en La Bombonera.

En este contexto, teniendo en cuenta que se vienen muchos partidos por la Superliga, una semifinal de Libertadores ante River y con una baja prolongada de Ábila que se estima en 40 días, Boca debe solucionar el problema. Tiene dos caminos: incorporar otro centroatacante o apostar por Hurtado y Soldano, que llegaron en este mercado de pases.

Si Boca decide incorporar otro delantero, tiene tiempo hasta el 5 de septiembre para que esté habilitado a jugar el torneo local. Y ademas, reemplazaría a Nández en la lista de buena fe de la Copa. Boca puede cambiar dos jugadores, por lo que el cupo no sería problema.

En caso de quedarse con lo que tiene, los reemplazantes naturales son Franco Soldano y Jan Hurtado. Ambos tienen pocos partidos con la camiseta de Boca y están ante la gran prueba de fuego. El problema es que ambos llegaron para reemplazar a un jugador que demostró una jerarquía importante en el club como fue Darío Benedetto.

De antemano, ninguno de los dos cumple con la cuota goleadora que aportaba el «Pipa». Hurtado llegó al club a cambio de 5 millones de dólares, y con el cartelito de «apuesta a futuro». Con 19 años recién cumplidos, vino a llenar un vacío de las inferiores, que es ese recambio joven para ir fogueando de a poco. Soldano, con un recorrido más importante en Primera, no tiene un promedio de gol importante y su principal virtud no pasa por la definición. En Unión, donde más se destacó, hizo 22 goles en 86 partidos. En el Olimpiakos griego, jugó muy poco: sólo un gol en 9 partidos. Además, recién se está adaptando al club y a la función que pensó el técnico para él.

Las preguntas que se desprende de este análisis es mirando al pasado: ¿Eran estos dos jugadores los reemplazantes naturales de una figura como Benedetto? ¿No era mejor traer un nueve de jerarquía probada a dos apuestas?

Más allá de lo bueno que puedan aportar Hurtado y Soldano de ahora en más, y teniendo en cuenta que Ábila tuvo 6 lesiones musculares en 11 meses (y que siempre que se lo necesita le pasa algo), de antemano la lógica indicaba que era mejor apostar por un centrodelantero de renombre. Nombre hubo varios: Gignac, Stuani, Boselli, Icardi… por decisión conjunta de la dirigencia, el mánager Burdisso y Gustavo Alfaro, terminó llegando a préstamo Soldano. ¿No había ningún futbolista en el medio entre Franco y las estrellas de renombre que sonaron? Esa decisión pareció desacertada en ese momento y se confirma ahora, en la antesala a otro triple Superclásico. Más aún, por los partidos que jugó Boca en el semestre: al equipo le falta peso ofensivo.

Sin embargo, el destino le dio a la dirigencia de Boca, a Burdisso y al técnico la oportunidad de reinvindicar su error y traer otro nueve que «se ponga la camiseta y juegue». ¿El nombre del elegido? Cada uno tendrá el suyo, pero Stuani sigue siendo opción. Y cualquiera con experiencia para este momento caliente parece ser mejor que lo que hay. Aunque, para la opinión de DX, el elegido debería ser Lucas Alario. Boca debería intentar un préstamo con opción o comprar un porcentaje del para que venga a jugar, al menos, 4 meses. Es así, el que paga mal, paga dos veces. y, en estos últimos cinco años, el fútbol a Boca no le deja pasar ni el más mínimo error de planificación.

¿Qué te gustaría que haga Alfaro? Dejanos tu opinión.