El delantero fue la gran figura del último campeonato conseguido por el más grande de América. Un merecido reconocimiento a su jugador más decisivo.
Cristian Pavón quedará en el recuerdo de la historia de Boca Juniors por lo determinante que fue para la conquista de la estrella 67 del club. Como en el torneo pasado lo fue Darío Benedetto con sus goles, en esta Superliga le tocó al cordobés; que a través de gritos y asistencias fue el sostén ofensivo de un Xeneize que debió combatir con lesiones inesperadas e importantes.
En total Pavón fue partícipe de 25 de los 47 goles que metió Boca en la Superliga. De esos, asistió en 11, participó en 7 desde la elaboración de la jugada, generó un penal y 6 fueron suyos. Más allá de los números, Kichan fue decisivo en otros aspectos intangibles, como su esfuerzo para retroceder y colaborar en la marca. Ni hablar en lo que transmitía con solo agarrar la pelota, generando esperanza. Por si fuera poco, disputó todos los partidos del campeonato, demostrando la importancia que tuvo dentro de la estructura colectiva.
Mucho ha crecido Cristian Pavón desde ese 2014 en el que Boca le pagó 14 millones de pesos a Talleres por su pase. Al principio era un jugador veloz, de buena pegada de media distancia, pero que prácticamente pensaba solo en él. Tras un par de lesiones provocadas por patadas harteras en Superclásicos, al cordobés le costó ganar terreno pero lo consiguió, en especial con su nivel en la Copa Libertadores 2016, donde empezó a ganarse al hincha con sus actuaciones contra Nacional e Independiente del Valle.
La actualidad de Pavón lo posiciona como un jugador clave que además sirve para potenciar a sus compañeros. Por su edad y su proyección seguramente que el Xeneize no puede sostenerlo mucho tiempo más, en especial porque tiene casi seguro el que ocupará un puesto dentro de los 23 que viajarán al Mundial de Rusia 2018.
Seguramente que este Pavón no sea el que logre su mejor versión en su carrera. Tiene solo 22 años y cuando vaya a Europa quizás explote todas sus condiciones; porque como dijo el propio Juan Román Riquelme días atrás, si aprende a tirar diagonales sin pelota será aún más difícil de marcar y llegará con mayor facilidad al gol.
Cristian Pavón se ganó el cariño de los hinchas de Boca con esfuerzo, fútbol, goles y demostrando personalidad. La estrella 67 es suya y nadie se la podrá quitar jamás.
